Los fuertes vientos que se vivieron el lunes pasado “en esta ocasión fueron producto del Frente Frío Número 25, así como de la Cuarta Tormenta Invernal, este fenómeno generalmente dura solo un día con intensa magnitud, la intensidad va disminuyendo gradualmente”.
Así se explicó a El Sol de San Luis desde el área de Comunicación Social de la Coordinación Estatal de Protección Civil, con respecto a las inusuales ráfagas, de más de 80 kilómetros por hora, que se presentaron recientemente en la Zona Metropolitana.
Las alertas de aviso suelen generarse a partir de rachas a más 70 kilómetros por hora, entre vientos fuertes y muy fuertes, con nivel amarillo.
De igual forma se confirmó que en la formación del viento hay dos factores fundamentales que entran en juego, las masas de aire y la presión atmosférica.
Las ráfagas que se vivieron el lunes en San Luis Potosí no pueden ser considerados tornados, por ejemplo, existe el fenómeno denominado “turbonadas”, que suele ocurrir por fuertes caídas o enfriamiento del aire en las regiones medias de la atmósfera.
El viento se forma cuando el sol calienta la superficie terrestre de manera no uniforme, creando zonas de alta y baja presión; el aire se mueve siempre desde las áreas de alta presión a las áreas de baja presión, generando así el viento, que también se origina de la rotación del planeta junto con la diferencia en temperatura entre la tierra y el mar.
Cuando hay una gran diferencia de temperatura entre diferentes niveles de la atmósfera, el contraste térmico provoca fuertes movimientos de aire ascendentes y descendentes en el interior de las nubes.
La fuerza del viento depende de la diferencia de presión entre dos puntos de la superficie terrestre, cuanto mayor sea la diferencia de presión, mayor será la fuerza del viento.
El viento se produce también cuando el sol calienta la superficie terrestre de manera desigual, creando zonas de alta y baja presión, el aire se mueve desde las áreas de alta presión a las áreas de baja presión, generando así el viento.
Trabajos en altura, movimiento de personas, vehículos o maquinaria e izamiento de objetos o materiales, son actividades que incrementan su riesgo en presencia de ráfagas de viento.