Padres de familia del kinder San Rafael, el cual se encuentraubicado en la calle de Damián Carmona, en esta capital potosina,piden la participación de los Servicios Estatales de Salud para ira inspeccionar la escuela, ya que aseveran se encuentran en ungrave momento de pediculosis.
Los padres de familia apuntaron que han sido testigos de quealgunos niños de la institución educativa tienen insectos en suscabezas, los denominados “piojos”, lo que genera la alerta detodos, ya que muchos de ellos temen un contagio masivo.
Solicitan la intervención de las autoridades sanitarias, debidoa que nadie les informa sobre la gravedad de la situación, aunquealgunos han tomado medidas preventivas, refieren que hay otrospadres de familia que descuidan a los hijos y ni siquiera sepreocupan por atender la higiene de los menores, colocando a losotros en una situación de riesgo.
El kínder San Rafael, se localiza frente al internado deGuadalupe Victoria, por ello se incrementa el temor porque pudieradarse una plaga de estos animalitos que afecta al quehacerfamiliar, escolar y social de los niños.
Las estimaciones internacionales refieren que la infestación deestos animales afecta a un 32 por ciento de la población, sindistinción de sexo, clase, raza o edad, y generalmente se detectadespués de los regresos de vacaciones, y en periodos invernales,por ello los padres de familia exigen que se ponga en cuarentena aquién se encuentre en esta circunstancia para evitar unapropagación mayor.
Los piojos se alojan generalmente en el cuero cabelludo, detrásde las orejas y cerca de la línea del cuello en la parte posteriorde la nuca, se agarran al cabello con garras parecidas a un ganchoque tienen en el extremo de las patas. Rara vez se encuentran enotras partes del cuerpo, las pestañas o las cejas.
Se contagia, al ponerse ropa infestada como sombreros, bufandas,abrigos, uniformes deportivos, cintas del cabello, al utilizarpeines o toallas, cepillos para el cabello o toallas infestadas,usadas por gente con piojos. Al utilizar una cama, colchón, ropa,almohada, alfombra o un peluche que haya estado recientemente encontacto con una persona infestada.
Los directores hasta el momento solo les indican que van achecar, aunque no les dicen absolutamente nada, lo que los tiene enun conflicto constante. Los padres de familia de tres salones sonlos más acongojados porque al menos en cada salón hay 15 niñosque corren el riesgo de contagio de piojos.
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