- “Dios escribe derecho, sobre renglones torcidos, sin embargo estoy siempre consciente, de que el Señor ilumina el pensamiento para que podamos iluminar a los fieles, y pone palabras en mi boca, para dar respuestas a este mundo tan cambiante, como el que hoy estamos viviendo”, dijo el Sacerdote, maestro y filósofo entrevistado
- “Un gran reto para el Sacerdote de hoy, es que nos encontramos con personas que viven decepcionadas de la vida porque esperaban mucho, y sienten que no encontraron la respuesta que buscaban, lo vemos en la “posmodernidad”, enfatizó visiblemente preocupado
“El Sacerdote no es perfecto, porque está hecho de barro, ¡claro está!, pero Dios a través del hombre hace obras grandes en favor de los suyos; llevamos el tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria del Sacerdocio es de Dios y no proviene de nosotros mismos. Esto ha sido fundamental en mi vida sacerdotal y debe serlo en la vida de cualquier Sacerdote, porque Dios hace maravillas por los hombres, a pesar de nuestra debilidad”.
“Lo más importante de un aniversario sacerdotal es dar gracias a Dios, porque a pesar de nuestros errores, Él sigue acompañando a sus hijos, (los fieles) en la persona del Sacerdote. Si bien el Presbítero le presta sus manos y sus labios al Señor, para que por su medio, Jesús manifieste a los suyos, el amor que les tiene; lo vemos por ejemplo en la Consagración, es Jesús que nos dice nuevamente: “Tomen y coman, éste es mi cuerpo que se entrega por ustedes…”.
“El seguimiento a Jesús, no depende de la razón, sino de un dejarse llevar por las razones del corazón, porque el corazón tiene sus razones, como lo decía el Filósofo Pascal. Ya lo dice el salmo 26: “El corazón me dice que te busque, y buscándote estoy Señor, de igual forma en la vocación, no entran los planes humanos, no es el hombre quien determina lo que va a hacer con su vida, es Dios, Quien nos tiene elegidos, desde que estamos en el seno materno”.
“La única opción es decir sí a nuestra misión, o vivir rechazando el llamado. Cabe señalar, que el “Sí”, no es solamente el día que nos ordenamos, sino que todos los días, tenemos que decirle al Señor, que si estamos dispuestos a ser fieles a Su voluntad. Esto porque, siempre estamos en riesgo de traicionar la vocación y llevar nuestro ministerio, muy a nuestro modo”.
“Sin duda alguna Dios nos bendice con algunos dones, que son para beneficio de la comunidad a la que servimos y algo que me mueve a decir: “Sí”, al Señor, es que a pesar de mis errores, Él me inspira con su palabra y me hace tomar conciencia de que estoy llamado a anunciar el Evangelio y a llevar su mensaje a una nueva era, como la que hoy estamos viviendo”.
“Al predicar, es Dios quien está hablando a sus hijos, y a pesar de mis imperfecciones, Dios habla maravillas a favor de su pueblo. Porque “Dios escribe derecho, sobre renglones torcidos. Sin embargo estoy siempre consciente, de que el Señor ilumina el pensamiento, para que podamos iluminar y pone palabras en mi boca, para dar respuestas, a este mundo tan cambiante, como el que hoy estamos viviendo”.
“Un gran reto para el Sacerdote de hoy, es que nos encontramos con personas que viven decepcionadas de la vida porque esperaban mucho, y sienten que no encontraron la respuesta que buscaban, lo vemos en la “posmodernidad”, que más que un pensamiento es una actitud de decepción, de un hombre que esperaba mucho, pero siente que las instituciones le han fallado, …