Cerca de un millón de plazas laborales se perdieron en diciembre en comparación con el mes anterior, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) mostró que en el último mes del año había 57.9 millones de personas ocupadas en el país, cifra menor a las casi 59 millones contabilizas un mes antes. La razón de esta destrucción de plazas laborales al cierre de año se debió a un efecto de estacionalidad, es decir, una situación que pasa cada año, de acuerdo con analistas.
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“Aunque la pérdida de casi un millón de empleos se debe a una cuestión de estacionalidad, la caída fue la mayor para un mes de diciembre desde el 2015”, destacó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base.
Pese a esta situación, la tasa de desempleo disminuyó a 2.7 por ciento, su nivel más bajo desde que se tiene registro, con 1.6 millones de personas que se encontraron en esta situación en dicho periodo.
De acuerdo con Siller, la tasa de desempleo disminuyó en diciembre pese a que se registró la segunda mayor caída mensual en en plazas laborales porque quienes perdieron su trabajo optaron por no buscar uno nuevo, lo cual es un requisito para ser considerada una persona en situación de desempleo.
El último mes del año suele ser una temporada en la que las unidades económicas, grandes, pequeñas, nacionales y transnacionales, suelen recortar plazas, recordó Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), de la UNAM.
Sin embargo, subrayó que muchos de estos puestos que se pierden en diciembre son plazas que están a prueba y no se renuevan hasta el siguiente año.
El reporte del Inegi señala que de las plazas perdidas en diciembre, la mayoría, unas 700 mil, corresponden al sector informal.
“Son contadores, maestros, abogados o personal de servicio que no está dado de alta en el IMSS y por eso se consideran informales. Muchos de ellos son ‘descansados’ por sus patrones principalmente en la segunda quincena de diciembre, cuando cae la actividad laboral en el país”, refirió Martínez.
Ejemplificó que en muchos restaurantes o fondas suele disminuir el número de comerciales al bajar la actividad en oficinas, lo mismo que con el transporte concesionado o supermercados y tiendas, por lo que los empleadores mandan a sus trabajadores unos días de descanso y los contratan en enero, una vez que se reactiva la afluencia en centros de trabajo en el país.
Martínez añadió que en el sector formal también se da la pérdida de trabajo de forma temporal en diciembre, ya que muchos empleadores despiden a parte de su personal luego de tres meses de haberlo contratado y los llaman nuevamente en enero.
Informalidad al alza
De los empleos registrados en el último mes de 2022, el Inegi contabilizó 31.8 en el sector informal y 26.1 formales.
Con ello, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 54.9 por ciento en el último mes del año, una tendencia a la baja en su comparación tanto anual como mensual, esto debido también a que la mayor parte de los puestos de trabajo perdidos fueron en este segmento.
Las personas que se desempeñan en el segmento informal, destacó el Inegi, suelen carecer de las prestaciones y derechos que por ley deben ser proporcionadas a los trabajadores.
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Esta situación tuvo un impacto mayor al cierre de año entre la población masculina, de acuerdo a las cifras oficiales.
Al cierre del año había 18.5 millones de trabajadores hombres ocupados en el sector informal, 5.3 millones más que las mujeres que se desempeñaban en esta condición.
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