Al cumplirse ayer un plazo legislativo clave en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la postura de Estados Unidos es que los países están lejos de alcanzar un acuerdo, la de México, que la pelota “está en la cancha” de ese país.
Estados Unidos respondió ayer al término impuesto hace una semana por el líder de la Cámara baja, Paul Ryan, quien fijó el 17 de mayo como límite para notificar un nuevo acuerdo al actual Congreso para que tenga oportunidad de aprobarlo. “Los países del TLCAN no están siquiera cerca de alcanzar un acuerdo”, dijo Robert Lighthizer en un comunicado emitido este jueves por la Representación Comercial de ese país.
Más aún, el embajador comercial de la administración fue claro: Como dije la semana pasada, existen grandes diferencias en materia de propiedad intelectual, acceso al mercado agrícola, asuntos menores, energía, trabajo, reglas de origen, indicaciones geográficas y mucho más. Sin embargo, agregó que su país seguirá en las negociaciones.
Ildefonso Guajardo reitera: la idea es concluir la negociación los más rápido posible, pero sin sacrificar los términos del acuerdo: una tercera parte de los capítulos están terminados, para el resto hace falta flexibilidad y un pacto político.
Sin descartar la posibilidad de cerrarlo antes de que concluya mayo, si hay condiciones la semana próxima, el secretario de Economía aventura un escenario más allá de la elección en México y de la presente administración, en cuyo caso las actuales autoridades invitarían al gobierno de transición a formar parte de la mesa de negociaciones para que reciban la estafeta con toda estabilidad y conocimiento a fondo.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, define el estado actual de la negociación en una frase: “está en la cancha de Estados Unidos”.
Hay dos dimensiones de la negociación. La técnica, en la que grupos de trabajo de especialistas están trabajando muy rápido y cerrando varios capítulos: servicios financieros, energía.
La dimensión política que trata los temas más difíciles, reglas de origen, resolución de controversias, estacionalidad. Cada unos de los países puso su postura sobre la mesa. Estados Unidos está en periodo de reflexión y consultas para ver que nos contesta. En esa espera estamos, dice en una entrevista con El Sol de México.
-Qué pasó el viernes pasado, había optimismo por cerrar el tema automotriz....
-Simplemente recibieron las propuestas mexicana y canadiense, y quedaron en convocar nuevamente a una reunión ministerial. Pero hace falta flexibilización de las posturas para que pueda haber acercamientos. Una sociedad implica la comprensión de las tres partes y significa guardar variables de competitividad para las tres naciones. Y esto exige comprensión de EU sobre la necesidad de México y Canadá de hacer una buena negociación para preservar los negocios que ya se tienen. En este momento estamos en espera de una reunión ministerial.
-¿Es viable un acuerdo antes del 1 de junio?,
-Sería lo deseable. No sé si es viable, pero sería lo deseable.
-¿Por el tema de los aranceles al acero y al aluminio?
Es una fecha muy importante que daría certidumbre (a las empresas) y por otro lado por los temas políticos y procesos legislativos en los tres países.
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