A pesar de que Juan Alberto Marrero, presidente del Club Atlético de San Luis e integrantes de La Guerrilla 1998, barra que apoya al conjunto rojiblanco, se reunieron y llegaron a un "acuerdo" para trabajar de manera conjunta en pro del equipo, lo cierto es que no acatan las indicaciones que la Liga MX les hicieron posterior a los desmanes que se tuvieron ante Querétaro el pasado 28 de octubre del 2019.
La Liga MX a través de un comunicado dirigido a Marrero Díaz le solicitaba desde el 29 de octubre pasado y de acuerdo a las recomendaciones de las autoridades de Seguridad Pública, entre varios aspectos:
1.- Que el grupo local de animación compuesto por 1500 personas, se redujera a solo 500 elementos para que su resguardo y manejo, no represente un riesgo mayor.
2.- Acondicionar una área especial, con encapsulamiento físico (en una jaula), tanto para grupo local, como el visitante, con capacidad para alrededor de 750 personas, aunque la idea es que no haya más de 500.
3.- Ese universo de no más de 500 personas, deberá de ser credencializado y será, obligatorio para su club, actualizar dicha información de manera anual.
4.- En los lugares donde se ubique a los grupos de animación, se deberá cumplir estrictamente con la disposición de no venta de cerveza, que aplica a la fecha y fue acordada por el Club y las autoridades.
Tras la reunión sostenida entre el Presidente del CADSL y La Guerrilla 1998, previo al partido entre potosinos y cruzazulinos, se acordó que por este partido y el de Copa, solo se tengan encapsulados (jaula que sí se creó) a los 500 aficionados, pero para los siguientes cotejos se ampliará esa zona para que los 1,500 seguidores de barra pueden estar presentes; además de que si habrá venta de cerveza para los barristas, y lo de la credencialización, "eso se verá después".
Así que de las indicaciones de la Liga MX y recomendaciones de las autoridades de Seguridad Pública, solo se cumplió lo de encapsular a los barristas locales, pero no en reducir el número de miembros, el no venderles cerveza y contar con credenciales cuando se tuvieron tres meses para cumplir con este trámite, y por último, no hacer también una jaula (encapsulamiento) para la porra visitante.