/ martes 5 de marzo de 2024

Opinión | Obesidad infantil en México; tiempo para tomar responsabilidad y re educarnos

La obesidad infantil en México ya tenia la alerta como un problema de salud crónico que puede afectar a los más pequeños del hogar, entre los 0 y los 5 años aproximadamente. Sin embargo, de no tratarse a tiempo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades que comprometan seriamente la salud en edades futuras

El Día Mundial contra la Obesidad, que se celebró el pasado 4 de marzo para concientizar sobre este problema de salud considerado una ‘epidemia mundial’, y quiero explicar por qué México se encuentra dentro de los primeros lugares de obesidad infantil

¿Qué es la obesidad infantil?

La obesidad infantil es una condición que se presenta en edades muy tempranas, ocasionando un exceso de grasa corporal que tiene efectos negativos en la salud de los más pequeños del hogar aproximadamente tres o cuatro de cada 10 niños y niñas viven con obesidad.

En México, la obesidad infantil aumentó significativamente en las últimas décadas. Datos de la Encuesta Nacional de Salud Pública (ENSANUT) de 2022 revelan que la obesidad infantil incrementó un 37.3 por ciento en menores de 11 años de edad, con una prevalencia mayor en niños que en niñas.

“La obesidad es una enfermedad crónica, es una enfermedad compleja y es multifactorial. Por ejemplo, la mala higiene del sueño, el estrés, alteraciones en la microbiota intestinal y muchas enfermedades están relacionadas con la obesidad, como el hipotiroidismo"

De acuerdo con los censos mundiales la obesidad infantil es un problema de salud más complejo que la relación entre las calorías consumidas y las que gastamos a lo largo del día, sobre todo cuando llevamos una vida sedentaria, favoreciendo la acumulación de grasa corporal.

La obesidad es considerada una enfermedad neuroendocrina debido a su compleja interacción entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Varios mecanismos neuroendocrinos están implicados en la regulación del peso corporal, cuando estos mecanismos están desequilibrados, contribuyen al desarrollo de la obesidad.

“La obesidad es una enfermedad neuroendocrina, donde se ven alterados factores que intervienen en las neuronas del hambre y la saciedad que controlan el peso corporal. Cuando ocurre un desequilibrio, el paciente tiende a incrementar de peso, pero no es músculo, es una expansión anormal de la grasa del cuerpo, la cual puede dañar órganos, desarrollando enfermedades”

Entendamos los riesgos de la obesidad infantil

La obesidad infantil conlleva riesgos graves para la salud, entre ellos el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, presión arterial alta, problemas óseos y articulares, trastornos psicológicos como baja autoestima y depresión, además de aumentar el riesgo de padecer obesidad en la edad adulta.

“El exceso de grasa visceral genera resistencia a la insulina que, a su vez, favorece al desarrollo de prediabetes, diabetes tipo 2. Sin embargo, también se ha observado que invade órganos como el hígado y tenemos niños que padecen esteatosis hepática no alcohólica por grasa en el hígado”

Factores socioeconómicos & obesidad infantil en México La obesidad infantil afecta de manera desproporcionada a los estratos socioeconómicos más bajos, sin dejar a los estrato medios y alto fuera de peligro, todos son resultado de una interacción de factores, entre los que se destacan la falta de educación alimentaria, falta de compromisos, tiempo e interés de los adultos y la limitada disponibilidad de recursos económicos entre muchas situaciones del día a día

Al no tener una educación y comprensión adecuada sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada y nutritiva, es probable que consumamos más alimentos poco saludables, ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, que son factores de riesgo conocidos para la obesidad, sumado la limitación de recursos económicos representa una barrera significativa para acceder a alimentos saludables. Un ejemplo es, en muchas comunidades de bajos ingresos, los alimentos frescos y nutritivos suelen ser más costosos y menos accesibles que los alimentos procesados y de baja calidad nutricional.

Hábitos para implementar y prevenir la obesidad infantil Para prevenir la obesidad infantil, es fundamental fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. Esto incluye promover una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras se limita la ingesta de alimentos procesados y ricos en azúcares y grasas saturadas.

Además, es esencial fomentar la actividad física regular en los niños, al menos 60 minutos al día, mediante juegos activos, deportes y actividades al aire libre, lo que no solo ayuda a controlar el peso, sino que también promueve un estilo de vida activo y saludable a largo plazo.

Ante la obesidad infantil se recomienda no seguir dietas drásticas o consumir productos ‘milagro’ para combatir este problema creciente, sino acudir con el especialista para brindar un tratamiento adecuado.

La obesidad infantil en México ya tenia la alerta como un problema de salud crónico que puede afectar a los más pequeños del hogar, entre los 0 y los 5 años aproximadamente. Sin embargo, de no tratarse a tiempo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades que comprometan seriamente la salud en edades futuras

El Día Mundial contra la Obesidad, que se celebró el pasado 4 de marzo para concientizar sobre este problema de salud considerado una ‘epidemia mundial’, y quiero explicar por qué México se encuentra dentro de los primeros lugares de obesidad infantil

¿Qué es la obesidad infantil?

La obesidad infantil es una condición que se presenta en edades muy tempranas, ocasionando un exceso de grasa corporal que tiene efectos negativos en la salud de los más pequeños del hogar aproximadamente tres o cuatro de cada 10 niños y niñas viven con obesidad.

En México, la obesidad infantil aumentó significativamente en las últimas décadas. Datos de la Encuesta Nacional de Salud Pública (ENSANUT) de 2022 revelan que la obesidad infantil incrementó un 37.3 por ciento en menores de 11 años de edad, con una prevalencia mayor en niños que en niñas.

“La obesidad es una enfermedad crónica, es una enfermedad compleja y es multifactorial. Por ejemplo, la mala higiene del sueño, el estrés, alteraciones en la microbiota intestinal y muchas enfermedades están relacionadas con la obesidad, como el hipotiroidismo"

De acuerdo con los censos mundiales la obesidad infantil es un problema de salud más complejo que la relación entre las calorías consumidas y las que gastamos a lo largo del día, sobre todo cuando llevamos una vida sedentaria, favoreciendo la acumulación de grasa corporal.

La obesidad es considerada una enfermedad neuroendocrina debido a su compleja interacción entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. Varios mecanismos neuroendocrinos están implicados en la regulación del peso corporal, cuando estos mecanismos están desequilibrados, contribuyen al desarrollo de la obesidad.

“La obesidad es una enfermedad neuroendocrina, donde se ven alterados factores que intervienen en las neuronas del hambre y la saciedad que controlan el peso corporal. Cuando ocurre un desequilibrio, el paciente tiende a incrementar de peso, pero no es músculo, es una expansión anormal de la grasa del cuerpo, la cual puede dañar órganos, desarrollando enfermedades”

Entendamos los riesgos de la obesidad infantil

La obesidad infantil conlleva riesgos graves para la salud, entre ellos el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, presión arterial alta, problemas óseos y articulares, trastornos psicológicos como baja autoestima y depresión, además de aumentar el riesgo de padecer obesidad en la edad adulta.

“El exceso de grasa visceral genera resistencia a la insulina que, a su vez, favorece al desarrollo de prediabetes, diabetes tipo 2. Sin embargo, también se ha observado que invade órganos como el hígado y tenemos niños que padecen esteatosis hepática no alcohólica por grasa en el hígado”

Factores socioeconómicos & obesidad infantil en México La obesidad infantil afecta de manera desproporcionada a los estratos socioeconómicos más bajos, sin dejar a los estrato medios y alto fuera de peligro, todos son resultado de una interacción de factores, entre los que se destacan la falta de educación alimentaria, falta de compromisos, tiempo e interés de los adultos y la limitada disponibilidad de recursos económicos entre muchas situaciones del día a día

Al no tener una educación y comprensión adecuada sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada y nutritiva, es probable que consumamos más alimentos poco saludables, ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, que son factores de riesgo conocidos para la obesidad, sumado la limitación de recursos económicos representa una barrera significativa para acceder a alimentos saludables. Un ejemplo es, en muchas comunidades de bajos ingresos, los alimentos frescos y nutritivos suelen ser más costosos y menos accesibles que los alimentos procesados y de baja calidad nutricional.

Hábitos para implementar y prevenir la obesidad infantil Para prevenir la obesidad infantil, es fundamental fomentar hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana. Esto incluye promover una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras se limita la ingesta de alimentos procesados y ricos en azúcares y grasas saturadas.

Además, es esencial fomentar la actividad física regular en los niños, al menos 60 minutos al día, mediante juegos activos, deportes y actividades al aire libre, lo que no solo ayuda a controlar el peso, sino que también promueve un estilo de vida activo y saludable a largo plazo.

Ante la obesidad infantil se recomienda no seguir dietas drásticas o consumir productos ‘milagro’ para combatir este problema creciente, sino acudir con el especialista para brindar un tratamiento adecuado.