Tras el asesinato de dos curas en Taxco,Guerrero, el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa,Salvador Rangel, afirmó que ha encargado a los gruposdelincuenciales cuidar de la comunidad religiosa.
“Yo abiertamente lo he dicho, hedialogado con los capos, con los jefes de esos grupos para quecuiden a los sacerdotes, religiosas, seminaristas (…)Siempre he hablado de diálogo para buscar La Paz”, dijoel obispo en entrevista telefónica para la agencia AP.
El obispo siempre ha sido claro en larelación que mantiene con los grupos del crimen pues afirmaque solo así han logrado bajar los niveles dedelincuencia.
No es la primera vez que destaca eldiálogo con el narco pues desde el año pasado pidióal gobierno de Guerrero dialogar “ por debajo de la mesa ” con ladelincuencia organizada para disminuir el nivel de violencia queafecta la entidad.
En mayo de 2017 Salvador Rangel Mendoza,confirmó que mantiene un canal de diálogo con mandos degrupos de la delincuencia organizada en diferentes partes delestado, sin embargo, existen zonas de Tixtla y Chilapa en las queno ha logrado tener acercamiento con quienes controlan elterritorio.
“Se enojó el fiscal, se enojóel secretario general de Gobierno, el Congreso y el propiogobernador, porque decidí tener este canal de diálogo,algo que ellos no tienen”, dijo.
En un lapso de cuatro años, seissacerdotes han sido asesinados en el estado de Guerrero; deéstos, tres pertenecían a la Diócesis de Altamirano,dos a la de Chilpancingo y uno a la de Acapulco.
Con información de AP y El Sol deAcapulco