Luego de los desmanes que se vivieron la tarde del domingo en el estadio Alfonso Lastras Ramírez, solo un vecino que vive en los alrededores del inmueble, ahí en la colonia Valle Dorado, nos quiso dar su opinión sobre los hechos, los cuales no vivió pues no se encontraba en su domicilio cuando se armó la trifulca.
"Salí con mi familia como cada domingo y regresamos ya en la noche cuando todo había pasado; si nos enteramos de los hechos, pero es algo que regularmente ocurre, aunque ahora fue en mayor proporción. Exactamente donde vivo es del lado donde dejan los autobuses las porras de los equipos visitantes y siempre hay peleas, ya las hubo ante Pumas, Santos y ahora con Querétaro, ya nos acostumbramos", comentó un señor de aproximadamente 60 años, sin querer darnos su nombre, por alguna represalia que pudiera haber.
Explicó que afortunadamente él y su familia no fueron agredidos, ni sufrieron daños materiales en sus o casa, pero si se enteró que varios vecinos les lapidaron sus autos, otros los rayaron y uno que otro vidrio les rompieron de las ventas de sus domicilios.
"No es incómodo vivir frente a un estadio porque las riñas no son cada quince días, son más espaciadas, quizás lo más problemático es que los aficionados no respetan las entrada de las cocheras de las casa y se estacionan a su contentillo cuando hay partido, eso si no esta correcto", afirma.
Solicitó a las autoridades sean más eficaces, "les falta un buen operativo, mano dura y sobretodo que se coordinen porque siempre les falla algo y al final, se vienen los desmanes", nos dijo antes de seguir su caminata mañanera acompañado de su perro, en los alrededores del inmueble.
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