Payasos de diferentes estados de la República, así como algunos del extranjero, dieron muestra de lo que mejor saben hacer en las comparsas realizadas como parte de la Subasta del Payaso.
Este miércoles se llevaron a cabo las comparsas dentro de la Subasta del Payaso, evento en el que payasos de todo México se preparan en distintas áreas para mejorar sus espectáculos, y sobre todo, para mantener el arte de hacer reír con chistes “blancos” sin hacer burla de los espectadores.
El colorido desfile inició después de las 12 la tarde a un costado del mercado Hidalgo para continuar sobre el pasaje del mismo nombre hasta llegar a la Plaza de Armas, frente al Palacio Municipal. En el trayecto se realizaron concursos entre los payasos, por lo que el de por sí llamativo desfile captó la atención de niños y adultos que en esos momentos se encontraban en el Centro Histórico.
También al llegar a la Plaza de Armas se realizó el concurso “vale todo” en distintas categorías; los malabares, chistes, y la forma de atraer al público fueron medidos con risas y aplausos para premiar a los mejores.
Al respecto, Mario Sánchez “Relojito”, organizador del evento, informó que son 450 payasos de México, Perú, Costa Rica, Honduras, Estados Unidos y otras partes del mundo, quienes se registraron para tomar las distintas capacitaciones que se brindan a lo largo de la semana.
En el marco de este evento anual, también se homenajeó a payasos que ya tienen 45 y 35 años de trayectoria, por parte de San Luis Potosí se reconoció la labor de “Cascarita”, quien refirió que “Dios no me mandó hijos pero me mandó la nariz y todos los niños se convirtieron en hijos”; además se entregó una estatuilla a “Zampabollos”, quien por años ha hecho reír a la niñez potosina.
“Relojito” destacó que la labor de payaso es difícil desde el momento que una persona se decide a ponerse la nariz, pues no sabe con qué humor va a despertar y aún así tiene la tarea de hacer reír a otros, lo cual tampoco es fácil, “hacerlo llorar es fácil, lo pellizcas y llora, pero hacerlo reír… a veces no tiene el humor, pero si lo logras, eres el mejor porque la sonrisa te alimenta el alma”.
Describió que una de las mejores recompensas para un payaso, es lograr una sonrisa y el agradecimiento que ello genera, pues hay quienes necesitan ese “abrazo de risas”.