Dar visibilidad a las violencias que las mujeres atraviesan y enfrentan en sus hogares , es fundamental para que las autoridades atiendan esta problemática desde cero.
Así lo señaló Elizabeth Rapp Saintmartin, quien es fundadora de la Red de Refugios para Mujeres y presidenta de la asociación civil Otra Oportunidad, que funciona como un espacio para el resguardo e mujeres y sus hijos que enfrentan ciclos de violencia de género y familiar.
“Los refugios nacen como estrategia para salvaguardar la integridad física, psicológica y. emocional de las mujeres , sus hijas e hijos, que deciden levantar la voz y que deciden acudir a plasmar una denuncia, que además no pueden estar solas, por ello como refugio tengo que tomar en cuenta lo que está atravesando y tengo que tener esa capacidad de colocarme en su lugar para saber cuales son sus necesidades “.
Por lo que un refugio funciona como un espacio de resguardo y protección temporal , a partir de un ingreso voluntario , donde no se requiere una denuncia formal para ingresar y para poderla salvaguardar de la violencia que enfrenta.
“Los refugios somos una maquinaria de atención integral, en las diferentes áreas de afectación que sufre una mujer víctima, como es el área de trabajo social de psicología infantil , adolescente y adultas ; así como
el área médica, el área legal, el área educativa y el área de salud”.
En este sentido Rapp Saintmartin explicó que lo refugios de mujeres nacen ante la incapacidad que tenían los estados, de atender y brindar protección a aquellas mujeres e hijos que sufrían de violencia.
Una, que se ha enraizado en la sociedad y que se ha convertido en un problema sistemático muy bien estructurado, progresivo y que causa la muerte de decenas de mujeres al año.
“Por lo que en el refugio buscamos que tengan el reconocimiento de sus derechos, que logren la identificación de la violencia y conozcan todos los mecanismos legales que puedan ellas ejercer. Cuando ingresan al
Refugio, desde luego vienes un acompañamiento y representación jurídica, para poder crear un nuevo
plan de vida libre de violencia”.
En este sentido, un refugio también funciona como un espacio de sanación y reinvindicación, pues muchas mujeres logran transformar su visión de vida y romper con aquellos vínculos de violencia que, condicionaban su vida.
Pero para ello, mencionó Rapp Saintmartin, es necesario que los casos que se presentan en los refugios, se les dé un seguimiento jurídico y que las víctimas presenten su denuncia formal para que se judicialice la carpeta de investigación, un paso esencial, para que las mujeres madres de familia que sufren maltrato, no caigan una vez más en el ciclo de violencia.
“Son mujeres que necesitan toda una red de apoyo, y es una ejemplo muy importante para poder incidir y actuar, contra un sistema de violencia ya establecido”.