El complejo hidráulico El Realito, que abastece de agua a por lo menos un tercio de la zona metropolitana de San Luis Potosí, se ha convertido en un gran dolor de cabeza para el organismo operador de agua, Interapas, desde que entró en servicio oficialmente en 2015.
Desde entonces y a la fecha, más de una docena de veces ha dejado sin el vital líquido a los más de 400 mil usuarios que debería beneficiar, que han tenido que soportar lapsos, a veces cortos a veces largos, recibiendo el recurso a través de una deficiente repartición en camiones cisterna.
Sin embargo, el desabasto del recurso hídrico lo han resentido cada vez con mayor frecuencia; el año pasado, los desperfectos se presentaron a razón de uno cada dos meses, mientras que en años anteriores, entre 2016 y 2019, la suspensión del servicio por problemas o desperfectos, se dio en promedio de dos veces por año. Este 2021, ya presentó su primer falla.
VIDA ÚTIL, DE 30 AÑOS
El complejo de El Realito, cuya presa está instalada en territorio guanajuatense, cuenta con una planta potabilizadora, tres plantas de bombeo habilitadas en los municipios de Tierra Nueva y Santa María del Río, un acueducto -que tiene 132 kilómetros de longitud- con capacidad de conducción de mil litros por segundo y seis tanques de entrega y regulación en la metrópoli, y se diseñó para abastecer de agua a colonias del sur, surponiente y poniente de la ciudad.
Su construcción se derivó de la idea de dejar “descansar” los pozos que abastecían esos asentamientos y permitir que los acuíferos de la zona se recargaran. Su vida útil se estima en 30 años a partir de su operación, y se sumó a las presas San José, El Peaje y El Potosino, que atienden la demanda de casi el 50 por ciento de los habitantes de la zona metropolitana de San Luis Potosí; el resto, se abastece del sistema de pozos que opera el organismo operador Interapas.
Los desperfectos, e inclusive los trabajos de mantenimiento preventivo del sistema, han obligado al Interapas a equipar y reactivar en varias ocasiones los seis pozos que habían cerrado con la entrada de la operadora 'El Realito', para evitar el desabasto prolongado.
BAJA PRESIÓN Y PIPAS
Como ocurre desde el pasado jueves que se detectó una nueva fuga en su ducto principal, el “plan de contingencia” también contempla reforzar el abasto del recurso hídrico a través de camiones cisterna de 10 mil y 20 mil litros con rutas estructuradas.
El programa emergente funciona con la distribución de agua por red con baja presión en colonia Azteca, Cecilia Occelli, Providencia y Prados primera sección; apoyo con pipas en Valle Dorado, San Patricio, Esmeralda, Jardines del Sur, Monterra, Terrazas del Pedregal, Alpes, Miravalle, Villa Antigua, Colinas del Parque, Loma Dorada y Garita de Jalisco, entre otras.
Mientras, el apoyo con pipas y por red va a Balcones del Valle, Graciano Sánchez, primera y segunda sección de Himno Nacional, San Juan de Guadalupe, Independencia, Tangamanga, Las Águilas, Jardín, San Miguelito, Julián Carrillo y Constitución, etcétera.
SANCIONES A AQUOS
Aquos, la compañía operadora de El Realito no se ha ido en blanco. Además de costear las reparaciones ha pagado varias multas por las fallas. Ricardo Fermín Purata Espinoza, asegura que tales penalizaciones están establecidas en el contrato que se firmó con la empresa, y se aplican mediante una fórmula establecida.
Aunque el funcionario se rehusó a detallar una cifra, gracias al área de Planeación Estratégica de Interapas, se puede saber que hasta el año pasado se habían pagado alrededor de 30 millones de pesos en multas.
Sin embargo, poco preocupa que, después de cada restablecimiento del servicio en las colonias que se surten de El Realito, los usuarios sufran las horas siguientes, incluso por días, por el suministro de agua turbia de un color café -como si fuera chocolate- o amarillo, con tierra o elementos que se desprenden de la tubería, lo que la hace inservible para la mayoría de las tareas domésticas.
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