Debido a la carencia de recursos económicos y las ocupaciones laborales, los potosinos no vacacionaron este verano; algunos optaron por disfrutar de su domingo de descanso en el Centro Histórico de la ciudad o tienen pensado “escaparse” a la Feria.
En un sondeo realizado por El Sol de San Luis, entrevistados argumentaron que la falta de dinero y la carga de trabajo, fueron factores determinantes, para que tuvieran que quedarse en casa.
El joven Alejandro Salas, argumentó que: “me quedé trabajando, no hubo tiempo de vacaciones, yo creo que iré a la feria, y disfrutar un poco de estos últimos días, venir al Centro Histórico que es el principal atractivo de San Luis”.
Para el señor Roberto Castilleja, quien recibe una pensión de dos mil pesos mensuales, las vacaciones no entran en su vocabulario; pensar en salir fuera de la ciudad, resulta casi imposible, pues aseguró, el dinero no le alcanza ni para comprar “frijoles”.
A unos cuantos días de que culmine el periodo, tampoco tiene pensado pasear a algún sitio de esta ciudad; para él no aplica “ni el Acapulco en la azotea”.
“¿Pero qué planeo? puro trabajar, aquí no alcanza, con los salarios no alcanza, y luego uno pensionado, con lo que le dan, dos mil pesos, con que se va uno a pasear dígame, no alcanza ni para los frijoles”.
María de los Ángeles Martínez, es otra potosina que su verano transcurrió de su casa al trabajo y viceversa; “no salí, no hubo planes por mi trabajo, no hay dinero, igual y voy a la Feria”.
Un caso similar vivió la joven Guadalupe Hernández, quien en las temporadas vacacionales, acostumbra trabajar para pagar sus estudios. En su día de descanso, sale al centro con sus compañeros a “despejarse y tomar un helado”.
En contraparte, hay quienes eligieron San Luis Potosí, como su lugar para vacacionar. Tal es el caso de la señora Manuela Can, quien es residente del Estado de Campeche, y estuvo de paso por esta ciudad, en un recorrido católico.