Intimidación y hostigamiento, amenazas, uso ilegítimo del poder público, bloqueo o alteración de contenido, ataque físico, acceso ilícito, ataque a bienes materiales, privación de la libertad, asesinato, allanamiento, desplazamiento, remoción de contenido, dominios falsos o cuentas falsas, ataques de denegación de servicio, desapariciones, tortura o tratos crueles inhumanos y degradantes, interrupción a servicios de internet y telecomunicaciones, vigilancia ilegal de Comunicaciones, son los principales delitos que se cometen contra la prensa.
En 2022, la organización no gubernamental Artículo 19 registró 696 ataques contra la prensa convirtiéndose en el año más violento para la labor periodística.
Las agresiones contra la prensa ocurren desde el funcionariado público, fuerzas civiles, armadas, partidos políticos, particulares, crimen organizado y otros.
Estos fueron datos que se dieron a conocer dentro de las jornadas de trabajo “Apoyemos la Paz” que realiza el Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí, IMES, dónde fueron convocados los reconocidos periodistas Daniela Olivares Lara del medio Región Valles, Claudio Humberto Ibarra de Luna de Canal 7 y Patricia Calvillo Ramírez de El Sol de San Luis.
Convocadas por la directora general del IMES, Gloria Serrato Sánchez y la psicóloga Juana Iraís Rangel Mendoza, hablaron sobre los riesgos que enfrenta actualmente el periodismo estatal, pero también los alcances de hacer una buena labor con la pluma.
Temas como la objetividad, la libertad de expresión, los riesgos de quienes practican el periodismo, hostigamiento sexual, precariedad salarial, periodismo digital, autocensura, fake news, son algunos de los aspectos que abordaron con seriedad, quienes día a día llevan las noticias a los hogares potosinos.
Mencionaron la importancia de mantener valores como la objetividad y la ética al momento de redactar una nota, pero también de recordar la importancia de la rendición de cuentas y transparencia, sobre todo en momentos en los que el funcionariado público no está abierto al escrutinio público y tiene la mecha corta.
Se pidió no creer en información falsa que sale desde perfiles inventados o de marcas poco reconocidas; el mejor periodismo siempre va a ser aquel que salga de un reportero reconocido y una marca mediática con larga trayectoria.