Parkinson: estos son los signos de alerta temprana

En el estado de San Luis Potosí, se han registrado durante el 2018 a 24 pacientes con diagnóstico de Parkinson

Patricia Calvillo

  · martes 12 de febrero de 2019

En el estado de San Luis Potosí, se han registrado durante el 2018 a 24 pacientes con diagnóstico de Parkinson, mismos que son atendidos en los Servicios de Salud del Gobierno del Estado, según reconoció Juan Jesús Martínez López, Director de Atención Medica.

Se trata de una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento, sus síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez o disminución del movimiento.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas, el habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que esta progresa con el tiempo.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas que pueden ser diferentes para cada persona. Los primeros signos pueden ser leves y pasar desapercibidos. A menudo, comienzan en un lado del cuerpo y usualmente continúan empeorando en ese lado, incluso después de que los síntomas comienzan a afectar a ambos lados.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir aspectos como temblores, ya que la mano puede temblar cuando se encuentra en reposo.

Movimiento lento Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede retardar el movimiento, haciendo que las tareas simples sean difíciles y lleven más tiempo. Puede que los pasos sean más cortos cuando se camina y puede resultar difícil levantarse de la silla, así como provocar que se arrastren los pies mientras se intenta caminar.

Otra consecuencia es la rigidez muscular, que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, lo que puede provocar movimientos dolorosos y limitar la posibilidad de moverse.

También suele darse la alteración de la postura y el equilibrio, ya que una persona puede encorvarse o puede tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson.

En tanto, la pérdida de los movimientos automáticos es posible que se tenga una capacidad reducida para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o balancear los brazos cuando caminas.

Otra de las problemáticas que se presentan, son los cambios en el habla, ya que se puede hablar suavemente, rápidamente, insultar o dudar antes de hablar, el discurso puede ser más monótono debido a la falta de las inflexiones habituales. Así también registrar cambios en la escritura ya que a una persona le puede resultar más difícil escribir y hasta la letra puede hacerse pequeña.

Entre los factores de riesgo de la enfermedad de Parkinson se incluyen los que tienen que ver con la edad, los adultos jóvenes rara vez padecen la enfermedad que originalmente comienza en etapas medias o avanzadas de la vida, y los riesgos aumentan con la edad. Las personas normalmente manifiestan la enfermedad alrededor de los 60 años de edad en adelante.

Las predisposición genética es otro indicador, sí se tiene un pariente cercano que sufra la enfermedad de Parkinson aumenta las probabilidades de que desarrolles la enfermedad. Sin embargo, los riesgos son aún pequeños a menos que tengas muchos parientes en tu familia con enfermedad de Parkinson.

Al igual, este especialista del sector salud detalló que los hombres son más propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres, así también la exposición a toxinas constante a herbicidas y pesticidas puede aumentar ligeramente el riesgo.