En esta contingencia la población ha tenido que ampliar las condiciones y maneras en las que ofrecen sus servicios, y es que, con el aislamiento sugerido por esta crisis sanitaria, muchos adultos mayores no han podido acudir a sus citas médicas de manera presencial.
Es por ello, que algunos Médicos Generales y Especialistas, ofrecen un servicio único. A través de una videollamada ahora consultan a sus pacientes, para así evitar vulnerar la salud de las y los individuos, y prevenir posibles contagios por Covid-19.
Actualmente son centenares de médicos los que han decidido incorporarse a estas nuevas formas de comunicación con sus pacientes, diversificando sus maneras de consultar a los enfermos, todo al alcance de un “click” en el celular.
Tal es el caso de la Dra. Verónica Atisha Romo, médico general, quien desde una visión ampliamente humana y empática, consulta por videoconferencia a aquellos pacientes que buscan sanar los padecimientos que les adolecen, sin verse en la necesidad de salir de casa.
Este proceso de consultas en “linea”, se realiza de diversas maneras según los consultorios que lo oferten. En este caso la Dra. Verónica proporciona su número celular de consultorio, posteriormente se realiza una transacción para pagar la cita médica a distancia, y después se le agenda al enfermo su hora de llamada.
Al iniciar la consulta “virtual”, la Dra. Verónica solicita una descripción amplia del expediente médico del paciente, prosigue a contextualizar los síntomas que refiere el enfermo, para continuar con el chequeo. La persona consultada según sea su sintomatología, explica de manera específica y detallada sus dolencias, refiere grados de temperatura, acerca la cámara para revisión de garganta, y después de una serie de grandes descripciones sobre sus malestares, se procede a analizar qué tipo de tratamiento debe de llevar a cabo el enfermo.
La consulta puede demorar desde 25 minutos hasta una hora, dependiendo del caso y la situación médica del paciente. La receta de medicamento puede variar, pero si es necesario la compra de un antibiótico -para algún adulto mayor que se vea impedido de salir-, la Doctora refiere su número de Cédula Profesional y número telefónico del consultorio, para que el familiar que acuda a adquirir el medicamento, y no se vea envuelto en contratiempos en la farmacia por la falta de una receta médica.
El costo de este tipo de servicio puede variar según el médico, también pueden cambiar las plataformas con las que pueden tener comunicación con sus pacientes, éstas pueden ser vía zoom, e-mail, whatsapp y Skipe. Algunos otros si así lo desean, la receta y medicamentos se pueden enviar con algún tipo de mensajería rápida o alquiler de transporte como taxi o uber, con llegada directa a las puertas de sus hogares.
Se da seguimiento continuo al paciente, posteriormente de haber sido consultado, para así tener la certeza de la mejora en la salud, y también si así lo desean, esclarecer dudas sobre sintomatología y tratamiento.
No hay duda, de que este problema sanitario por la pandemia, vino a transformar la manera en la que funciona la telecomunicación hoy en día y los retos que enfrenta la honorable profesión médica, que sortea los retos y exigencias generados por esta crisis de salud pública.