Nació en el Distrito Federal el día 8 de Noviembre de 1993. Era la segunda de 4 hermanos. Sobresalía en ella la alegría con una risa que contagiaba, de carácter noble y discreto, era servicial y disponible, le gustaba estar a cargo del grupo de jóvenes adolescentes a quienes se orienta para que sean resilientes ante las circunstancias difíciles que viven por pertenecer a familias disfuncionales o haber sufrido cualquier tipo de violencia en sus entornos.
Areli conoció el Instituto Hijas del Sagrado Corazón de Jesús IFCJ en agosto del año 2007, a la edad de 13 años. Al palpar el amor de Dios sintió la inquietud de poder servirle de alguna manera. Cinco años después, al terminar sus estudios de preparatoria, decidió ingresar al Aspirantado; fue aceptada el 15 de agosto de 2012, estaba por cumplir 18 años.
Hizo su Primera Profesión en el Instituto el 06 de Mayo de 2017. Estuvo varios meses en la ciudad de León Gto; después realizó su servicio en la ciudad de Torreón Coahuila, primero con niñas pequeñas, después con las adolescentes y por último, en la ciudad de San Luis Potosí donde renovó los votos días antes de su gravedad. Iniciaba apenas su tercer año como religiosa y estudiaba la carrera de Pedagogía.
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Días antes de ser diagnosticada, una de las jóvenes a quienes ella acompañaba, necesito de sus cuidados y la hna. Areli pasó algunas noches en vela, esto bajaría sus defensas para combatir después la enfermedad. Su familia estuvo presente y muy al pendiente durante el breve proceso de su hospitalización.
La Hermana Areli vino a decir con su joven vida: “apresúrate a amar, porque la vida pasa pronto y debemos vivirla al máximo con alegría y dando lo mejor de nosotros mismos brindando amor, reparando en cada persona el rostro maltratado de Dios” que es parte del carisma legado por su Fundador Mons. Eugenio Oláez.
En la Hna. Areli las hermanas ven la vida como un don que debe agradecerse cada día y les duele no tenerla entre ellas, sin embargo su mirada se eleva a Jesús Resucitado y les llena de alegría y esperanza saber que volverán a encontrarse nuevamente.
El Instituto se une al dolor de todas las familias que como él han perdido un ser querido y agradece la bondad y solidaridad de la Iglesia Católica Mexicana y de las personas de buena voluntad que han estado al pendiente de ellas.
EN PAZ DESCANSE LA QUERIDA HERMANA ARELI RAMÍREZ GARFIAS. DIOS LA TIENE YA EN SU REINO CELESTIAL