“Nos hemos llevado reclamos de la gente por haber cerrado las iglesias y por pedirles que respeten las medidas preventivas, como el uso obligatorio del cubrebocas al interior de éstas”; señaló el Arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, quien consideró que aún hay mucha negligencia por parte de la población en acatar los protocolos sanitarios en los templos y otros lugares públicos.
Comentó que si bien ya han comenzado a abrir nuevamente algunas iglesias, principalmente del Centro Histórico, pero el aforo máximo permitido es de 30 personas y éstas no podrán permanecer todo el día abiertas, sólo en determinados horarios; además se deberán conservar las medidas previamente señaladas como uso de gel antibacterial, cubrebocas obligatorio, toma de temperatura el ingresar, guardar sana distancia, sanitización y limpieza constante del templo, las celebraciones Eucarísticas deberán ser espaciadas, entre otras.
“Estos reclamos los recibimos a la entrada de las iglesias, y casi que es un reclamo como diciéndonos todavía les hacemos el favor de venir y ustedes no nos permiten entrar, pero ellos no alcanzan a mirar que si les exigimos ponerse su gel y cubrebocas es por cuidar su salud, por eso hemos comprado material para que no haya pretextos”, expresó.
Pese a que la Arquidiócesis ha estado constantemente reiterando que se debe seguir estrictamente el protocolo de higiene y salubridad indicado en cada parroquia, hay algunas que han pasado por alto ciertas indicaciones, como el templo de San Juan de Dios, que este domingo registró una gran afluencia de personas (más de la permitida), principalmente de la tercera edad, y muchas sin su cubrebocas.
“Más vale que lo poco que se nos pida lo cumplamos, son nuevos hábitos y costumbres para que garanticemos nuestra salud y la de los demás, sobre todo porque todos usan el autobús, entran y salen de sus hogares, hay que prever todo. Yo los invito a ser muy cuidadosos, pues después nos vamos a dar golpes de pecho pidiendo perdón a las víctimas de nuestra propia familia, pero ahí ya qué si desde el principio no tomamos en serio esto”, apuntó.