Las estadísticas no dan consuelo a las familias de personas desaparecidas o fallecidas a causa de la delincuencia, indicó Tomás Cruz Perales, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, Cruz Perales refirió que en días recientes se ha presumido por parte de instancias gubernamentales una disminución en la incidencia de algunos delitos, como los homicidios, sin embargo destacó que a la par, han aumentado las desapariciones de personas.
En ese sentido, manifestó que las cifras que ofrecen las autoridades, no justifican “el dolor de las madres, de los padres, de las familias que han perdido seres queridos”, sino que lo que estas familias necesitan, es que las autoridades sigan trabajando y prioricen la búsqueda de personas desaparecidas.
Y es que destacó que ante el dolor de perder a un ser querido, las madres y padres de las víctimas exigen “ya basta de abrazos, hay que actuar”, en referencia a la frase que ha enarbolado el gobierno federal en la forma en que se combate a la delincuencia: abrazos, no balazos, “yo creo que son expresiones que surgen en el dolor, que surgen en la angustia, pero son frases que están diciendo mucho que no van a ser suficientes cualquier tipo de expresiones para justificar, como la baja de la delincuencia”.
Por ello llamó a que se invierta, se dé acompañamiento y todo lo necesario a las madres buscadoras, quienes no tienen más deseo que encontrar a sus hijos, ya sea con vida o al menos tener sus restos.
En otro tema, se refirió a las obras en el barrio de San Miguelito y señaló que a pesar de que el párroco acudió al banderazo de los trabajos, la Iglesia no está a favor ni en contra de la obra, sino que acudió como cortesía a la invitación que recibió, y apuntó que corresponde a las autoridades determinar si se realizan o no los trabajos, especialmente el retiro del adoquín, “lo que decíamos es que se hagan obras y se hagan bien, y se hagan respetando en este caso lo que significa un barrio con la historia de San Miguelito”.
Señaló que si bien el adoquín no es igual que el pavimento para la circulación de los vehículos, si se coloca correctamente puede evitarse la incomodidad que causa a los automovilistas.