Con desbordante y evidente fervor y ante miles de fieles, fue bajada la milagrosa y amada imagen escultórica del Señor de Burgos del Saucito, en emotiva y solemne concelebración Eucarística que fue presidida por el Pbro. Lic. Marco Antonio Luna Aguilar, Rector y Párroco de este hermoso santuario, dando inicio así a las Fiestas Patronales en honor al amado Señor de Burgos, también llamado Señor del Saucito.

Fue muy emotiva la Bajada de la milagrosa imagen, amada por miles de fieles que año a año se dan cita para depositar y entregarle al venerado y muy amado Cristo sus penas, tristezas, adversidades, pruebas, dolores, enfermedades y también para darle gracias por sus múltiples bendiciones concedidas en sus vidas, sobre todo por el don de la vida, de la familia, por el amor de nuestros seres queridos, por Su amor y gracia divina que nos hace ser perseverantes y estar fortalecidos en la fe.

La preciosa imagen del Señor de Burgos fue llevada en peregrinación la avenida principal del Santuario ante banda de guerra, rezos, cantos de alabanzas, danzas autóctonas, pirotecnia, incienso, mariachi, y mucha fe que destilaron los fieles fue honrado nuestro Señor de Burgos del Saucito.

En su homilía, el Padre Marco Antonio Luna Aguilar exhortó a los fieles a prometerle al Señor de Burgos dejar nuestros egoísmos, soberbia, vanidades, pereza espiritual, y todo tipo de divisiones que no nos dejan vivir en paz y dar una muestra clara y firme testimio de nuestra fe en Cristo Nuestro Señor.

Pidió que seamos dignos seguidores de Cristo, auténticos amigos, discípulos y misioneros de Jesús y a no fallarle más con nuestros pecados, fallas, errores, defectos y tibiezas, y que no tengamos miedo a transformar nuestra vida, eliminando de nosotros el miedo al compromiso de seguir a Cristo en las buenas y en las malas, pues si realmente lo amamos superamos por amor a Él cualquier tipo de adversidad, tentación y prueba complicada, sea cual sea.

Cabe señalar que se fueron cita familias de todas las edades en la solemne Eucaristía de la Bajada del Señor de Burgos, que vivieron con profundo fervor y regocijo espiritual.