Fueron localizados con vida los dos choferes que viajaban a bordo de un autobús, junto con un grupo de 50 migrantes, y que fueron secuestrados la madrugada del lunes 15 de mayo en los límites de San Luis Potosí y Nuevo León; confirmó la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).
En entrevista con El Sol de San Luis, José Luis López Hernández, vicepresidente de la Zona II de Conatram, relató que, la mañana de este viernes ambos choferes llegaron por sus propios medios a sus domicilios particulares ubicados en el Estado de Tlaxcala, y aunque, afortunadamente se encuentran con vida, los dos presentan varios golpes en el cuerpo.
“Legaron golpeados, uno de ellos con un golpe fuerte en la cabeza, pero dentro de lo que cabe ya están en su casa y con su familia. Hasta el momento no ha habido la oportunidad de platicar con ellos, ni el mismo dueño del autobús ha logrado hablar con ellos sobre la situación, pues no se sentían bien. Los que sí es seguro es que están en su casa y a ambos los van a mandar a recibir atención médica”, explicó.
Comentó que tras la aparición de los choferes, se deberán presentar ante la Fiscalía de Tlaxcala para poder rendir su declaración, y será esta autoridad la que se encargue de darle seguimiento al caso.
De igual forma, señaló que, con esto, ya fueron localizadas todas las personas que habían sido secuestradas; no obstante, se les informó que junto con el grupo de migrantes se localizaron tres más de los que inicialmente se reportaron como desaparecidos.
“Según los datos que teníamos al principio eran 50 personas migrantes y los dos choferes, los que viajaban en el autobús, pero nos dicen que en total se localizaron 53 migrantes y ahora con los dos operadores ya tenemos un total de 55. Sería cuestión de que la autoridad verificara si las otras tres personas pertenecen o no al grupo”, añadió.
Finalmente, López Hernández manifestó que, esperan que después de esto, realmente el gobierno federal y los gobiernos estatales se preocupen por la situación tan grave de inseguridad que se vive en las carreteras del país, pues a diario los transportistas sufren robos con violencia.