Con una producción de mil 500 barriles diarios de aceite crudo, hace 115 años, en abril de 1904, fue descubierto el primer pozo comercial en territorio mexicano en Ébano, San Luis Potosí, conocido como La Pez-1, de donde surgió el material para pavimentar ciudades como San Francisco y Nueva York.
De acuerdo con la paraestatal, aunque la actividad petrolera en México empezó antes, en 1901 se construyó el primer pozo petrolero en Ébano, pero fue hasta abril de 1904 cuando brotó el petróleo en este yacimiento.
El pozo La Pez-1 es considerado el primero netamente comercial, se encontraba a una profundidad de 503 metros, y su producción se sostuvo por cerca de cinco años, lo que marcó el inicio de lo que hoy se conoce como la industria petrolera nacional.
Fue el Ingeniero Ezequiel Ordóñez, geólogo mexicano de gran prestigio, quien una vez que analizó los resultados obtenidos de la factibilidad del proyecto, fue quien recomendó la perforación de un pozo cerca del cuello volcánico, conocido como Cerro de la Pez, donde se encontraban dos chapopoteras.
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