El amor es la garantía de los sentimientos más profundos: Cabrero

Respecto a las cifras que dio a conocer el INEGI, que dictan que los jóvenes ya no optan por el matrimonio ni civil ni religioso, sino por la unión libre, indico el jerarca católico

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · domingo 14 de febrero de 2021

Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero / Martín Báez

El amor es la garantía de los sentimientos más profundos que el hombre puede expresar hacia los demás, pero deben ser sentimientos transparentes, reales, sinceros, de tal forma que las dificultades no lo apaguen, sino que lo hagan comprender, remediar, vencer la adversidad y otorgar el perdón para sanar, ese perdón que libera y sana el corazón.

Si este amor lo vivimos verdaderamente en familia y en cualquier otro ámbito donde tenemos relación de amistad, --como en el trabajo, por ejemplo--, o en los lugares donde hemos adquirido amistad y amor, durante el camino de nuestra vida, debe ser sincero y comprometido.

Así lo señaló en entrevista con “El Sol de San Luis”, el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, al término de la Misa dominical que presidió en la arquitectónica Catedral metropolitana potosina a puerta cerrada, debido al semáforo en rojo.

“La pandemia crea nuevas formas de expresar el amor, así lo creo, porque el amor no sólo es de acucurramiento o de apacacho, el amor va más allá de eso, es una actitud que lleva a uno a un compromiso, es un hacerme presente, como se dice al contraer matrimonio: el amor debe ser en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y en lo adverso, ése amor cristalino es el que debemos celebrar, de tal forma que garanticemos la vida social”.

“El amor no sólo es de acucurramiento o de apacacho, el amor va más allá de eso, es una actitud que lleva a uno a un compromiso, es un hacerme presente, como se dice al contraer matrimonio: el amor debe predominar en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y en lo adverso”.

“A nosotros como Iglesia nos preocupa que los jóvenes que se acercan al matrimonio hayan afinado, hayan madurado que su nueva vida va a estar en base al amor y ese amor los sostenga y les dé fortaleza, y cuando estén en una prueba difícil, ese amor salga, y los ayude a perdonar, a ser generosos, comprensivos, tolerantes. Ése amor no debe decaer, pase lo que pase”.

“El amor no debe ser desviado y desvirtuado. Porque por una parte lo hemos dejado al sentir y no al cultivo del verdadero amor, que tiene como fuente y ejemplo al mismo Jesucristo, que dice “Ya no les llamo siervos sino amigos”, y tanto ha llegado a nosotros la amistad de Jesús que nos ha compartido todo lo que el Padre le dijo”.

Respecto a las cifras que dio a conocer el INEGI, que dictan que los jóvenes ya no optan por el matrimonio ni civil ni religioso, sino por la unión libre, indico el jerarca católico:

Esto se propicia por las redes sociales y por los ejemplos que admiran de cantantes, artistas, actrices, actores, deportistas, y también pensamientos de autores que están impregnados de filosofías pragmáticas, destructivas, filosofías de ciencias de últimas causas, que se atoran en el interés y la conveniencia.

“Felicito a los jóvenes sobre todo a los que verdaderamente van descubriendo el amor limpio y transparente, el amor especialmente cristiano, no el amor paganizado, egoísta, individualista, porque ese amor deja grandes vacíos, destruye, porque a consecuencia de ese amor, cuántos niños --fuera del matrimonio-- llegan, bebés inesperados que llegan sin tener un hogar sano”.

“No olvidemos que el amor está en convicciones, compromisos verdaderos, reales, el amor está fundamentado en la justicia y en la verdad, en la gracia de Dios y se debe mostrar con sinceridad”.