En los más de seis meses de pandemia por Covid-19 han muerto 204 trabajadores del ISSSTE en el país, de esos ha habido varios casos en San Luis Potosí aunque no se especifican oficialmente, cabe recordar que está documentada la muerte de dos enfermeras (Olivia y Margarita) y de un trabajador de intendencia (Jorge Camarillo) que murieron en el Hospital General, Carlos Diez Gutiérrez de esta capital potosina, además de una enfermera y una química de la clínica Pedro Bárcenas que se localiza en la Avenida Salvador Nava Martínez.
Al corte del 14 de septiembre a través de la Plataforma del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias Virales, SISVER, se registran esas defunciones entre médicos, enfermeras, laboratoristas, dentistas y otros trabajadores de la salud.
Se encontró que el 19.1 por ciento correspondían a trabajadores de la salud laborando en unidades médicas del ISSSTE, 14.7 por ciento fueron de personal de salud adscrito al Instituto que se encontraba resguardado por presentar factores de riesgo, como la edad mayor a 60 años o comorbilidades, el 2.9 por ciento de las defunciones registradas corresponden a personal administrativo que no se encontraba en áreas de atención clínica con pacientes, y el 3.9 por ciento fueron en trabajadores de la salud jubilados.
Ante la necesidad de contar con una información más precisa sobre las defunciones ocurridas en el personal de salud que laboraba en las unidades médicas del Instituto de manera activa durante la pandemia, se realizó un análisis con la recopilación de la información Institucional de estos casos, obteniendo que el 75.5 por ciento ocurrió en hombres y el 24.5 por ciento en mujeres.
El 35 por ciento de las defunciones fue en mayores de 60 años de edad, y fue personal que rechazó irse de resguardo domiciliario.
Por su categoría, las defunciones se distribuyeron de la siguiente manera: el 57.8% en personal médico, 28.9 por ciento de enfermería, 8.9 por ciento de camillería, y 4.4 por ciento de personal de laboratorio.
El 35.5 por ciento del personal fallecido tenían al menos un segundo empleo en otra institución de salud o en el sector privado.
De acuerdo con la presencia de alguna enfermedad concomitante en este personal, el 82.2 por ciento tenían una o más comorbilidades como Sobrepeso y Obesidad, Hipertensión arterial, Diabetes, Enfermedad inmunológica, Tabaquismo, Cáncer, Tratamiento inmunosupresor y otras enfermedades. Ninguna de las mujeres estaba embarazada.
De acuerdo con su información, las defunciones ocurrieron en el domicilio en el 4.4 por ciento, otra unidad médica 8.9 por ciento, servicio de urgencias 2.9 por ciento, hospitalización 35.7 por ciento y en terapia intensiva 48.1 por ciento.
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