- Se dieron cita casi 10 mil asistentes que quisieron adorar a Jesús Eucaristía
- "Que no pase un día sin Jesús Eucaristía"
Con imponente y evidente fervor se llevó a cabo el VI Congreso Eucarístico Arquidiocesano, en la que más de 10 mil fieles doblaron la rodilla para adorar a Jesús Eucaristía con profundo amor y le depositaron sus súplicas para que bendiga a nuestra ciudad, a nuestro Estado potosino y a todo nuestro amado México y por el mundo entero.
Todos los integrantes de las diversas Comisiones y Dimensiones de la Arquidiócesis Potosina, Sacerdotes y Seminaristas, encabezados por el Arzobispo de San Luis Potosí, Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, con un solo corazón se congregaron para pedir por la paz, la justicia y la seguridad, por la lluvia necesaria para nuestros campos, por las Vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Laicales, así como para la Vida Matrimonial y el celibato.
También se le pidió para que bendiga nuestros campos, pues todo se encarece, ya para que cese la sequía. Se pidió por la realización del V Plan Diocesano de Pastoral.
Fue así como fieles en general de más de 116 Parroquias, 2 Cuasiparroquias y 3 rectorías territoriales, Grupos Apostólicos, Movimientos Espirituales, Asociaciones Religiosas de la Arquidiócesis Potosina, se dieron cita para adorar públicamente a Cristo Pan de vida eterna, con un espíritu completamente renovado y transformado de cada uno de los asistentes.
El lema fue “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10,10).
Todos se reunieron desde las 9:00 horas, para a las 10:00 horas salir de la Basílica, comenzando el recorrido por toda la Avenida Juárez, hasta llegar a “El Domo” de la Fenapo.
Al llegar, se ofreció una Hora Santa con el Santísimo expuesto, dirigida por el Padre Diocesano Eustorgio Salazar Morales.
Posteriormente se impartió una conferencia sobre la Eucaristía por el experto en el tema Eucarístico, Pbro. Jaisiel Gregorio Ruiz Cervantes, Vicerrector del Seminario Mayor de San Juan de Los Lagos.
Por último se llevó a cabo la Solemne concelebración Eucarística, con lo que terminó el Congreso Eucarístico.
Fueron 4 kilómetros de caminata ante un inclemente sol quemante que no fue pretexto para asistir a tener un encuentro íntimo, personal y público con Jesús Sacramentado.
Corto se nos hizo el camino a quienes estamos sedientos del Dios que da la vida eterna, y pusimos en las manos de Cristo Eucaristía, nuestras penas, sufrimientos, adversidades, problemas de toda índole, preocupaciones, tristezas, etc., pero también se dio gracias a Dios por la vida, por el amor, por nuestras familias, por nuestro trabajo, sin olvidar pedir por la conversión de los pecadores, y por el cese de la violencia y la inseguridad.
Se pidió por nuestras autoridades gubernamentales de los tres niveles de gobierno y por nuestros funcionarios públicos, para que trabajen con entrega por el bien común y por la paz.