/ sábado 9 de enero de 2021

Hablemos de … "Las Tres Gracias"

Obra de Gabrielli Donatello, escultura en mármol de Carrara, data del primer tercio del siglo XX

Hoy, hablaremos de la bellísima escultura de fina talla llamada “Las Tres Gracias”, que luce y da vista al hermoso jardín del Museo Francisco Cossío. Escultura de mármol de Carrara, Obra del escultor Gabrielli Donatello (1884-1955), data del primer tercio del siglo XX, de Florencia, Italia.

Uno de los temas recurrentes de las artes plásticas en general, ha sido la representación de “Las Tres Gracias”, quienes según la mitología grecolatina, eran hijas de Zeus y Eurínome, generalmente se consideraron tres jóvenes, cuyos nombres eran Aglaya (belleza), Eufrosine (Júbilo) y Talía (Festividad).

Según narra Homero ellas formaban parte del sequito de Afrodita. Durante el Renacimiento tuvieron gran importancia, de ahí se desprende que dos de los más prestigiados artistas de aquella época las representaran: Sandro Botticelli y Rafael de Sanzio respectivamente.

El Museo Francisco Cossío muestra dos excelentes ejemplos sobre el tema, el primero es autoría de Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), es un aguafuerte, técnica de las llamadas indirectas del grabado, en ella se utilizan ácidos y lacas (antiguamente cera) para la estampación.

Las tres figuras guardan estrecha relación con los modelos “clásicos” del periodo del artista malagueño. Si bien el grabado es de 1923, los trazos y la temática corresponden a los esquemas que realizó hacia 1930 por encargo del famoso editor suizo Alberte Skira (1904-1973), quien le encargó ilustrar Las Metamorfosis de Ovidio.

En el aguafuerte del Cossío dos de las mujeres se encuentran vestidas con “peplos” de tradición griega. Mientras que la tercera se halla desnuda y de perfil al espectador.

Pese a las pequeñas dimensiones de la obra, ésta fue confeccionada con gran detalle en el dibujo, los personajes se colocaron en una habitación moldurada con una especie de zoclo, en donde también se alcanza a apreciar las molduras del mismo, éstas, en sus formas recuerdan las perspectivas renacentistas.

La otra pieza corresponde a un conjunto escultórico elaborado en mármol de Carrara por el escultor florentino Gabrielli Donatello (1884-1955) en el primer tercio del siglo XX. Vemos al grupo escultórico en tamaño más alto que la estatura promedio.

Las Tres Gracias se encuentran desnudas, mostrando las redondeces de su cuerpo, por ello podemos denominarlas de tipo calipigias, término que significa “nalgas bellas”, en la historia del arte denomina las obras, tanto bi como tridimensionales, del periodo Helenístico con las características formales mencionadas. La tipología más famosa es la de Venus en sus diferentes advocaciones.

El grupo escultórico del Museo Francisco Cossío perteneció a una familia de la ciudad de México, quienes a principio de los años ochenta del siglo pasado donaron la pieza.

El modelo de donde abreva esa escultura parece ser el de las Gracias, de Sandro Botticelli, pues dos de los personajes tienen estrecha relación psicológica entre sí. Mientras que la tercera está distraída, viendo un punto indefinido del espacio, ya que fue flechada por Cupido; siendo así que ella se dedica admirar “al ausente Mercurio”, tal como lo refiere el pasaje mitológico.

Te puede interesar esta nota: Danza de Pintos en el Museo Nacional de la Máscara

Hoy, hablaremos de la bellísima escultura de fina talla llamada “Las Tres Gracias”, que luce y da vista al hermoso jardín del Museo Francisco Cossío. Escultura de mármol de Carrara, Obra del escultor Gabrielli Donatello (1884-1955), data del primer tercio del siglo XX, de Florencia, Italia.

Uno de los temas recurrentes de las artes plásticas en general, ha sido la representación de “Las Tres Gracias”, quienes según la mitología grecolatina, eran hijas de Zeus y Eurínome, generalmente se consideraron tres jóvenes, cuyos nombres eran Aglaya (belleza), Eufrosine (Júbilo) y Talía (Festividad).

Según narra Homero ellas formaban parte del sequito de Afrodita. Durante el Renacimiento tuvieron gran importancia, de ahí se desprende que dos de los más prestigiados artistas de aquella época las representaran: Sandro Botticelli y Rafael de Sanzio respectivamente.

El Museo Francisco Cossío muestra dos excelentes ejemplos sobre el tema, el primero es autoría de Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), es un aguafuerte, técnica de las llamadas indirectas del grabado, en ella se utilizan ácidos y lacas (antiguamente cera) para la estampación.

Las tres figuras guardan estrecha relación con los modelos “clásicos” del periodo del artista malagueño. Si bien el grabado es de 1923, los trazos y la temática corresponden a los esquemas que realizó hacia 1930 por encargo del famoso editor suizo Alberte Skira (1904-1973), quien le encargó ilustrar Las Metamorfosis de Ovidio.

En el aguafuerte del Cossío dos de las mujeres se encuentran vestidas con “peplos” de tradición griega. Mientras que la tercera se halla desnuda y de perfil al espectador.

Pese a las pequeñas dimensiones de la obra, ésta fue confeccionada con gran detalle en el dibujo, los personajes se colocaron en una habitación moldurada con una especie de zoclo, en donde también se alcanza a apreciar las molduras del mismo, éstas, en sus formas recuerdan las perspectivas renacentistas.

La otra pieza corresponde a un conjunto escultórico elaborado en mármol de Carrara por el escultor florentino Gabrielli Donatello (1884-1955) en el primer tercio del siglo XX. Vemos al grupo escultórico en tamaño más alto que la estatura promedio.

Las Tres Gracias se encuentran desnudas, mostrando las redondeces de su cuerpo, por ello podemos denominarlas de tipo calipigias, término que significa “nalgas bellas”, en la historia del arte denomina las obras, tanto bi como tridimensionales, del periodo Helenístico con las características formales mencionadas. La tipología más famosa es la de Venus en sus diferentes advocaciones.

El grupo escultórico del Museo Francisco Cossío perteneció a una familia de la ciudad de México, quienes a principio de los años ochenta del siglo pasado donaron la pieza.

El modelo de donde abreva esa escultura parece ser el de las Gracias, de Sandro Botticelli, pues dos de los personajes tienen estrecha relación psicológica entre sí. Mientras que la tercera está distraída, viendo un punto indefinido del espacio, ya que fue flechada por Cupido; siendo así que ella se dedica admirar “al ausente Mercurio”, tal como lo refiere el pasaje mitológico.

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