El aumento de las olas de calor extremo se encuentra entre uno de los efectos más evidentes del calentamiento global actual. Efectos que además plantean una serie de amenazas para el bienestar humano.
Estas amenazas resultan particularmente agudas en las regiones más pobres y cálidas, las cuales corren el riesgo de cruzar los umbrales de temperatura fisiológica de morbilidad y mortalidad humana, es decir, temperaturas por encima de las cuales aumenta considerablemente la probabilidad, sobre todo en sectores vulnerables de la población, de contraer enfermedades y fallecer.
Sin embargo, pese a que los efectos de las olas de calor son bien conocidos, sus repercusiones económicas han pasado desapercibidas.
Sin conocer el alcance de las pérdidas económicas de las olas de calor, es difícil concebir estrategias de preparación y gestión de riesgos que sean proporcionales a sus costos.
Debido al intenso calor, comerciantes de frutas y verduras, y restaurantes tuvieron un incremento en los gastos de operación además de las mermas en varios de los productos que se maduraron antes de tiempo.
Estas temperaturas que no habíamos tenido hace mucho y vamos empezando apenas nos falta la canícula, los alimentos, incluso los perecederos naturales como la fruta, la verdura se están madurado. Es impresionante cómo en cuestión de horas algunos frutos se maduran y ya no quedan aptos para la venta.
Además de las frutas, algunos cárnicos también se echan a perder.
Uno de los productos más delicados es el pollo, el pollo es más delicado que el pescado, si no lo saben manejar y lo dejan a la intemperie en menos de dos horas se echa a perder.
En el caso del costo de las operaciones también tiene un aumento, ya que debido al calor se utilizan más los aires acondicionados, los refrigeradores, congeladores y eso al final del mes les trae algunos incrementos en el recibo.
También las carteras de los mexicanos se enfrentan a los nuevos gastos a raíz de las olas de calor, han obligado a un cambio en los hábitos de consumo de las familias.
En medio de las olas de calor los mexicanos no sólo han adquirido nuevos gastos, también enfrentan un aumento significativo en los precios de las bebidas. Al cierre de abril la inflación general se situó en 4.65%, mientras que la inflación en bebidas alcanzó 5.78% anual.
Durante los meses de altas temperaturas la compra de medicamentos para la atención de dolores estomacales aumentó 10 por ciento.
También la Industria de la Construcción (CMIC) se ve afectada y han tomado medidas para que los trabajadores no estén expuestos a los intensos rayos del sol.
La verdad es que la contingencia por altas temperaturas y escasez de agua nos pega a todos, tanto en las obras como en otras actividades.
También han tenido más gastos de los previstos debido a la demanda de pipas de agua y garrafones de agua, y otros productos no previstos.
