Las extorsiones se dispararon en Guanajuato luego de la detención de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, líder del cártel de Santa Rosa de Lima, ocurrida el 20 de agosto de 2020.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2020 -cuando ocurrió su captura- se reportaron 17 casos de extorsión, mientras que en los primeros 11 meses de este año hubo 736 denuncias por este delito.

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“Después de la captura de El Marro, surgieron muchos Marritos, es decir, jefes de plazas, jefes de sicarios que se apoderaron de pequeños feudos que formaban parte del cártel de Santa Rosa de Lima y que ahora ellos conducen con mano de hierro, con un esquema de mayor violencia, de mayor confrontación con fuerzas de seguridad pública en la comisión de hechos violentos, como multihomicidios, masacres”, dijo en entrevista el especialista en seguridad pública, David Saucedo.

La crisis de extorsión en Guanajuato se refleja en las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En todo el 2018 se registraron 13 denuncias por extorsión. Para el año siguiente hubo 18 y en 2020 llegaron a 17.

Sin embargo, para 2021 las denuncias aumentaron hasta acumular 291 en ese año, es decir, seis veces más que en los últimos tres años juntos.

La tendencia al alza siguió en 2022, cuando se acumularon 523 denuncias por extorsión y de enero hasta noviembre de 2023 hubo 736 casos.

Uno de los últimos casos de ataques por presuntamente no pagar las extorsiones ocurrió el pasado 16 de diciembre, cuando hombres armados dispararon contra una barbería en Salamanca, Guanajuato. Dos encargados del negocio y un cliente murieron esa noche, mientras otros dos clientes resultaron heridos. Pero no fueron los únicos afectados, ya que en su huida, los delincuentes también lesionaron a una mujer y mataron a un hombre.

Saucedo explicó que los criminales que asumieron el control estaban anteriormente en la parte operativa, lo que transformó al cártel en una organización más violenta. Y si no pagan el derecho de piso, las víctimas son atacadas.

“Todavía El Marro era una persona con una visión administrativa, empresarial, política, pero, ahora quienes están al mando de la organización son los señores de la guerra que son directamente los sicarios o jefes de plaza”, señaló.

De ahí que Guanajuato encabece la lista de estados con más homicidios dolosos en el país, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

“Santa Rosa de Lima buscó impedir que el Cártel de Jalisco (Nueva Generación) se apoderara de Guanajuato por completo; llegaron células de cárteles michoacanos, del Cártel de Sinaloa, y del Cártel del Golfo, específicamente del Grupo Escorpión”, grupo que secuestró a cuatro ciudadanos estadounidenses y que mató a dos de ellos en Matamoros, Tamaulipas, a inicios de marzo.

Otro delito que creció fue el narcomenudeo. En 2018 se registraron ocho mil 739 casos, mientras que el año siguiente hubo nueve mil 440 y para 2020, 14 mil 932.

En 2021, este delito se disparó al alcanzar 23 mil 976 denuncias, en tanto que en 2022 hubo 22 mil 359. Y de enero a noviembre se reportan 18 mil 098.

Saucedo destacó que la inexperiencia de quienes se encuentran al frente de Santa Rosa de Lima y las constantes agresiones contra civiles puede ser contraproducentes y permitir el control de otros grupos. Tal es el caso de los asesinatos de los 5 estudiantes de medicina en Celaya, o el de la posada donde masacraron a 11 jóvenes e hirieron a en Salvatierra.

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“El calentar la plaza provoca el arribo de fuerzas estatales y federales que busquen pacificar esta región, entonces sí es un error táctico que cometió el encargado de esta zona el haber ordenado el asesinato de los jóvenes (de la posada)”, afirmó.

Saucedo consideró que la violencia seguirá en ese estado aunque haya presencia de fuerzas federales, ya que cuanto se vayan, ocurrirá el llamado “efecto cucaracha y volverá la misma situación. Así que si no es hoy, será mañana o pasado que haya otra masacre”.