Elevar las penas no es una garantía de que disminuyan los delitos, por lo que disminuir la edad penal, tampoco parece una opción viable, indicó Pablo Aurelio Loredo Oyervidez, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas Niños, Adolescentes, la Mujer, la Familia y el Adulto Mayor.
Ante la controversia que surgió a nivel nacional para disminuir la edad penal, de los 18 a los 16 años de edad, Loredo Oyervidez indicó que “estrictamente en materia jurídica es una situación inviable porque México hizo un gran esfuerzo para poder armonizar los códigos penales en todo el país y que se respetará la Convención de los Derechos del Niño”.
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Precisó que dicha Convención establece que debe existir un trato distinto para los niños, “y ese trato distinto implica también en materia penal, que a partir de los 18 años sea una manera de juzgar distinta a los menores de esa edad, entonces respeto el punto de vista pero me parece que jurídicamente podría ser inviable, estaríamos contraviniendo la Convención”.
Agregó que incluso al disminuir la edad penal se podría hablar de un acto de inconstitucionalidad, ya que iría en contra del interés superior del niño, por lo que mencionó que se pueden buscar otras alternativas para disminuir la incidencia delictiva en los adolescentes.
Como ejemplo señaló que se puede perfeccionar el Código Nacional de Procedimientos Penales en lo que respecta a adolescentes, “para que los tratamientos, las sanciones y la búsqueda de una reincersión de los adolescentes no lleve a un camino que es que no vuelvan a delinquir, porque sé que lo que ha llevado a este debate es lo que han llamado una fractura en el sistema de justicia en que los jóvenes vuelven a delinquir igual que los adultos”.
En ese sentido, destacó que endurecer las sanciones, como pudiera percibirse en este caso con la disminución de la edad penal, no es garantía de que disminuyan los delitos, “me parece que lo que sí logra inhibirlos es que no haya impunidad; cuando hay una muestra clara de sanciones, de que la justicia funciona y el tratamiento adecuado, creo que esa es una mejor alternativa que subir las penas”.
Por ello insistió en que más allá de disminuir la edad penal, una alternativa viable es perfeccionar la justicia para adolescentes.
