Solemne acto penitencial de bendición e imposición de la ceniza en Catedral

“Volvamos de una manera definitiva al Señor”: monseñor Cabrero Romero

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · miércoles 22 de febrero de 2023

Norma Rivera | El Sol de San Luis

  • “¡Todavía es tiempo, conviértanse a mí!, dice el Señor”
  • ”Dios quiere que le entreguemos nuestro corazón transformado, unámonos más íntimamente a Él”, exhortó el arzobispo Emérito

Cientos de fieles se dieron cita en la arquitectónica Catedral Metropolitana Potosina, donde recibieron con un corazón contrito la ceniza bajo las frases “polvo eres y al polvo has de volver” y “arrepiéntete y cree en el evangelio”. La solemne concelebración eucarística con la que inicia el tiempo litúrgico de la cuaresma, fue presidida por el tercer arzobispo Emérito de San Luis Potosí, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, acompañado del honorable Cabildo Catedralicio, siendo los Canónigos los primeros en recibir la ceniza, y después la recibieron los fieles, unos en la frente y otros en la cabeza.

Norma Rivera | El Sol de San Luis

“Este santo y hermoso tiempo de la cuaresma, nos invita a participar en una vida sacramental más buena y provechosa, donde Dios nuevamente está pensando en nosotros, para que volvamos con un corazón entregado a Él. Digo que es tiempo santo y hermoso porque nos ofrece la oportunidad de recapacitar, de reflexionar y volver nuestros pasos al Señor. Volvamos de una manera definitiva al Señor, siéndole fieles, sin vacilar”.

Norma Rivera | El Sol de San Luis

“¡Todavía es tiempo, conviértanse a mí, lo señala el profeta Joel, vuélvanse a mí, con ayunos, con lágrimas y llanto, enluten su corazón y nos sus vestidos, y que sus actos de penitencia los ayuden a vencer el espíritu del mal, demuéstrenme una verdadera conversión”. Citó esta frase bíblica monseñor Cabrero Romero.

“No olviden que la cuaresma nos lleva a vivir la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, es decir nos encamina hacia la pascua del Señor, no todo queda en el rito de la ceniza, sino nos lleva a vivir en plenitud la resurrección gloriosa de Cristo bendito”.

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

“Unámonos cada vez más a este misterio pascual, hay que sacar un provecho personal que le dá más sentido a la santa cuaresma, y valoremos lo que el Señor ha hecho en favor de cada uno de nosotros y por la humanidad entera. Hagámosle partícipe de nuestra intimidad a la que no le permitimos entrar, para que vaya moldeando nuestro corazón”.

“Reconciliemos nuestro corazón con Dios a través del sacramento de la penitencia, y seamos portadores de la misericordia de Dios, de su paciencia y bondad para perdonarnos cada vez que caemos”.

Norma Rivera | El Sol de San Luis

“La cuaresma es tiempo de gracia y bendición, hay que comenzarla con nuevos hábitos, nuevas costumbres, y aunque a veces no nos guste que nos hablen de nuestras deficiencias, con humildad aceptemos nuestros errores, nuestras fallas, pecados de acción y de omisión, debilidades, flaquezas, y volvamos nuestros corazón hacia Dios para recibir gracia sobre Ggacia, descubriendo, aceptando y rescatando la gran misericordia de Dios. Él nunca se cansa de nosotros, somos nosotros lo que nos apartamos de sus mandamientos de amor”.

Exhortó a los fieles a vivir esta cuaresma con un corazón renovado, puro, trasparente, apartado del odio, del coraje, del rencor, de la venganza, de toda división que genera discordia, resentimiento, malos entendidos, e hizo un llamado a apartarse de todo tipo de vicios, malos hábitos, tentaciones y pecados que nos alejan de Dios, y que lo único que nos generan son grandes y profundos vacíos, que dejan soledad y amargura en el alma, sobre todo cuando nada más nos la pasamos hablando mal de los demás, sin ver las virtudes, cualidades, dones y carismas que tienen los demás.

Norma Rivera | El Sol de San Luis

“Sólo Jesucristo puede quitarnos esos profundos vacíos que nos deja el pecado, únicamente Él, puede darnos su paz física, espiritual, mental y emocional, y concedernos su amor inquebrantable, su fortaleza y consuelo y sólo Él puede concedernos su perdón sanador, porque su misericordia es infinita, esto si así lo queremos nosotros y aceptamos vivir íntimamente unidos a Él”.

“Vivamos una cuaresma diferente, por lo que exhortó a que cada día nos propongamos a hacer un acto de amor, de fe, de auténtica caridad, que le dé verdadera esperanza a nuestros hermanos, sobre todo a los más pobres entre los pobres, que más requieren de nuestro apoyo y caridad”.

Norma Rivera | El Sol de San Luis

“Hay quienes necesitan de nosotros, no sólo en el aspecto económico, sino muchas veces requieren nuestro apoyo espiritual o moral, porque nos piden que los escuchemos, que los comprendamos y bien podemos darles un sabio consejo. Esta cuaresma es un tiempo, muy apropiado para ejercer la caridad, si así lo hacemos, tengamos por seguro que Jesús no nos dejará sin recompensa”.

Fue así como con evidente y desbordante fervor se vivió el miércoles de ceniza, acto penitencial con el que inicia el tiempo litúrgico de la cuaresma.

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Cabe señalar que tanto en Catedral, como en la Basílica y en todos los templos, parroquias, cuasiparroquias, santuarios, rectorías, ermitas y capillas de la ciudad se llevó a cabo la bendición e imposición de la ceniza durante varias horas, para lo cual los fieles laicos católicos hicieron largas filas para recibirla con un corazón renovado en la fe y apegado a Dios.

La ceniza se comenzó a imponer después de la primera misa que se celebró en cada uno de los recintos sagrados, no sin antes hacer la bendición de la misma, recordando a los fieles la frase evangélica que dicta: “polvo eres y al polvo has de volver” y “arrepiéntete y cree en el evangelio”.

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

La ceniza, --como cada año consecutivo se impone a los fieles—es el resultado de objetos religiosos benditos que se han quemado, como por ejemplo, misales mensuales y anuales, hojitas de la misa, y sobre todo de las palmas o ramas benditas del domingo de ramos del año anterior.