Ya no son los taxistas los “clientes” preferidos por los hampones; ahora son los repartidores de comida, principalmente los de plataformas como Rappi, Uber Eats o Didi Food.
Son identificables y están más expuestos, principalmente aquellos que utilizan la motocicleta o bicicleta para su trabajo.
Sin embargo, también saben organizarse: Cuando un compañero está en apuros -sufre un asalto o es víctima de un accidente de tránsito-, sin importar la franquicia se avisan en un grupo de WhatsApp sobre las incidencias, porque saben que la Policía no les responderá o llegarán muy tarde.
Y aquí es donde se mantienen al tanto de los pedidos en colonias consideradas por ellos como “de alto riesgo”, casi todas ellas ubicadas en Soledad de Graciano Sánchez y en la zona sur de la capital potosina.
MESAS DE TRABAJO
La semana pasada, a un presunto asaltante le fue mal gracias a esa organización al asaltar y herir a un repartidor: Por poco y es linchado en la unidad habitacional Pavón, en Soledad, donde justo un año antes fue asesinado otro repartidor, y que gracias a la presión que se ejerció -incluyendo un bloqueo carretero- la autoridad reaccionó y los responsables fueron detenidos.
En otros atracos, la intervención de los propios repartidores ha permitido recuperar al menos las motocicletas; sin embargo, por parte de las autoridades poco o nada han obtenido para garantizar su seguridad.
En enero pasado, después de un violento atraco que sufrió un repartidor, sus compañeros se manifestaron y les ofrecieron mesas de trabajo para determinar soluciones a la inseguridad que sufren, inclusive, repartidores de tiendas de abarrotes, de tortillas o cobradores de diversas empresas. Todo sigue igual.
COLONIAS RIESGOSAS
De acuerdo con representantes de repartidores, las colonias soledenses y el sur de la capital se han convertidos en puntos de riesgo para su actividad, sin que las plataformas restrinjan pedidos en ellas.
En Soledad, además de Pavón, otras colonias peligrosas son Villa Alborada -donde recién un repartidor de plataforma fue despojado de su motocicleta-, están la primera sección de la Rivas Guillén, Cactus, San Francisco, San José y Hogares Ferrocarrileros, principalmente.
En la capital, es la zona sur donde se enclavan colonias como Progreso, Simón Díaz, Satélite, Lomas de Bellavista, Dalias, Arbolitos, Salk o El Aguaje; en el oriente, en Providencia o Prados, también hay reportes de atracos.
Mientras tanto, en colonias del norte se ha reportado el robo oportunista de motocicletas, pero son los repartidores de empresas refresqueras o de tiendas de abarrotes los que más sufren asaltos en ese rumbo, principalmente en las colonias Tercera Chica y Grande, y sus alrededores, y que les ha obligado a modificar itinerarios u horarios.
OTROS ATRACOS
En el caso de los repartidores de plataformas, su estado de indefensión los expone a atracos tan burdos como responder a un pedido en un domicilio abandonado -donde al llegar son despojados del alimento, del dinero y de su vehículo- o pedidos realizados con teléfonos robados o cuentas clonadas o apócrifas. Las plataformas no han respondido a sus solicitudes para implementar alguna forma de detectar o suspender -sin costo para ellos- pedidos en zonas de alto riesgo.
Hasta el momento, lo único que se ha hecho al respecto es restringir horarios de servicios, principalmente en la noche.