Red hidráulica, casi cien años en operación

En 1902 se tendió la primera tubería; Gonzalo N. Santos la renovó en 1945

Miguel Mora | El Sol de San Luis

  · sábado 7 de mayo de 2022

Cortesía | Interapas

  • Drenajes colapsados, grave problema de salud

El desabasto y la deficiente distribución de agua en la capital ha sido un tema tan recurrente en fechas recientes, pero las nuevas generaciones no creerían que ya en la década de 1800 los potosinos de entonces ya sufrían por ello.

Gran parte de ellos se abastecían del líquido vital de un acueducto que culminaba en la Caja del Agua, o más antes directamente de las pozas u otras fuentes de agua natural -superficiales o subterráneos- que había en la ciudad, hasta que comenzó su urbanización.

Fueron los carmelitas –la última orden en establecerse en San Luis Potosí-, quizá los pioneros en diseñar una especie de cañería subterránea para conducir el agua desde el barrio de Tequisquiapan hasta su huerta, hoy la alameda “Juan Sarabia”; ello, a finales del siglo XVIII.

PROBLEMAS DE ABASTO

Por el año de 1824, la ciudad ya sufría serios problemas por el mal abastecimiento del agua.

En 1827, el gobernador Idelfonso Díaz de León acarició la idea de construir un acueducto desde Cañada del Lobo para abastecer del recurso hídrico de forma constante a la capital, o al menos a gran parte de ella, ante los problemas de desabasto y contaminación de fuentes naturales.

La obra -coronada con la Caja del Agua, a la postre símbolo de la ciudad- no se concretó sino hasta 1835, pero terminó siendo obsoleta al paso de los años.

Un siglo después, durante el mandato de Saturnino Cedillo, se iniciaron formalmente diversas obras de alcantarillado en diferentes puntos de la ciudad, a la par del desarrollo urbano.

AGUA DE PRESAS

Iniciada en 1894 y puesta en marcha en 1903, la presa San José se convirtió en su momento en una de las fuentes principales de abastecimiento de agua, cuyo vaso de captación era de ocho millones de metros cúbicos, hoy reducido considerablemente por el azolve.

En su momento, fue un parteaguas en el abasto del vital líquido que, inicialmente, era llevado en tubería hasta un tanque elevado en un predio en lo que es hoy el centro escolar Morelos, y de ahí se repartía.

Muchos años después, las presas El Peaje y El Potosino se edificaron también para uso público urbano; las presas San Antonio, Cañada del Lobo, San Carlos y La Tenería se crearon más para control de lluvias.

CALIDAD DEL AGUA

Sin embargo, con la operación de la San José, surgió al mismo tiempo el problema de que la calidad del agua no era óptima; así, en 1926 se inició la construcción de la planta de Los Filtros, de hecho la primera purificadora de agua en la ciudad.

Del drenaje sanitario, hay poca referencia en los anales de la historia de la ciudad, pero es posible saber que se le atribuye al entonces alcalde Rafael Rodríguez, que en 1905 ordenó la obra para conectar los albañales de la ciudad con los conductos de las casas particulares, por severos problemas ambientales y de salud que había entonces.

PRIMERA RED HIDRÁULICA

Entre 1895 y 1886, -con la creación de la “Compañía de Aguas de San Luis Potosí-, comenzó oficialmente la perforación de pozos profundos para mejorar el abasto del vital líquido a los potosinos, pero todavía no existía red de drenaje y menos el servicio de tubería a los domicilios.

En 1902 se habría tendido la primera tubería y con un proyecto en base a un mapeo se creó entonces la primera red hidráulica, para repartir el agua en la ciudad.

No obstante, ya obsoleto, en 1945 el gobernador Gonzalo N. Santos ordenó renovar todo el sistema de tuberías de la ciudad.

Hoy, aunque no similares, los problemas de salud parecen haber resurgido con el colapso de decenas de drenajes: Se calcula que en toda la zona metropolitana hay más de 400 drenajes colapsados, lo que afecta directamente al suministro por las fugas de agua.

La cobertura del alcantarillado sanitario en la zona metropolitana es del 95 por ciento, con una longitud de alrededor de tres mil 200 kilómetros de redes de atarjeas y drenaje sanitario, de las que más de la mitad tienen un uso de decenas de años y obliga a su sustitución por término de vida útil; en cada trienio, se ha hecho lo propio para renovar tramos de la red afectados o ya inservibles, aunque en la mayoría de los casos han sido reparaciones emergentes.

RENOVAR DRENAJES

Hoy, se tiene en desarrollo un plan para brindar atención paulatina en la sustitución de los tramos de alcantarillado colapsados. Se planea para este año invertir 57.4 Millones de Pesos en 112 obras de reparación de drenaje y la construcción de tres colectores sanitarios; varias de esas obras ya están en proceso.

Así, en la zona-norte poniente de la capital se repararán mil metros en 18 obras; en la zona centro-sur serán mil 732 metros en 33 obras; en la zona oriente mil 200 metros en 25 obras; en tanto, en Soledad de Graciano Sánchez habrá mil 300 metros de reparación, en 29 obras.