Ni en domingo el mercado 16 de Septiembre se reactiva como antaño, como cuando todos sus locales estaban abiertos e inclusive se cerraba la calle del mismo nombre, por la infinidad de puestos que aparecían a su alrededor, en el piso. Hoy luce vacío, solitario y con una mínima actividad comercial.
Parece más un lugar de estar para algunos alcohólicos que llegan a dormirse en alguna de sus banquetas, sin importarles la presencia de elementos de la Policía Municipal que, de forma visible, transitan en pareja por sus abandonados pasillos.
Antes, sobre todo los domingos, había bullicio en esos corrillos, había aglomeración de compradores que acudían a buscar alguna baratija, alguna herramienta nueva o usada o cualquier otro artículo o “fierro” que no era fácil hallar en otro lado.
También era típico acudir a alguno de sus puestos de comida, de los que hoy solamente están uno o dos, pero también con escasa clientela.
Quizá el único movimiento mayor en ese mercado está en los puestos de ropa de segunda, de “paca”, donde ahí sí hay algo de tumulto en una especie de lucha por ganarse la prenda seminueva de mejor calidad, de “marca”.
Por el resto del mercado, por sus pasillos, apenas transitan algunas personas, ya no familias como antes; sobreviven los vendedores de herramientas, de accesorios.
También los de revistas viejas, juguetes usados, discos de acetato, casettes y discos de audio y video.
Don Jorge, vendedor de relojes usados y diversas baratijas, agradece que el Ayuntamiento les envíe vigilancia, porque han ahuyentado a algunos drogadictos y delincuentes que solían rondar por los pasillos, pero lamenta el descuido en general.
Dice tener entendido que el municipio no interviene para mejorar la infraestructura del mercado, debido a que está asentando en un terreno particular.
Asegura que hay intenciones de acudir con el alcalde y solicitar su intervención, pero los mismos locatarios tampoco invierten; la mayoría de sus locales permanecen cerrados la mayor parte del tiempo, otros ya no abren porque sus dueños ya no están.