Los opioides, seguido de los anestésicos y en tercer lugar los antibióticos, son los medicamentos que han causado más malestares entre los potosinos cuando se les recetan para el combate de alguna enfermedad.
En el 2022 se registraron en el Estado mil 276 notificaciones de reacciones negativas a diversas sustancias; estas reacciones pueden considerarse como una forma de toxicidad, o un efecto secundario.
La mayoría de los fármacos pueden provocar reacciones, Por eso siempre es ideal que se practiquen análisis de riesgo beneficio para evaluar los posibles daños que se pudieran generar al consumir algún tipo de químico.
Según la Encuesta de Reacciones Adversas a Medicamentos en Pacientes Hospitalizados, practicada en octubre de 2011 en nuestro país, la prevalencia varía entre 0.7 por ciento a 35 por ciento de la población general y son causa de hospitalización hasta en 8 por ciento de los casos. Y se ha observado que se presentan en 15 por ciento de los pacientes hospitalizados.
Para poder disminuir o evitar los posibles riesgos a la salud de la población usuaria de medicamentos, vacunas o dispositivos médicos, el Gobierno del Estado a través de los Servicios de Salud con la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) impulsan la creación de las Unidades de Farnaco vigilancia en hospitales y clínicas públicas y privadas, teniendo ochos nuevas en este año.
Ahí se van a encargar de recopilar, vigilar, investigar y evaluar la información sobre los efectos de los medicamentos, productos biológicos que incluye a las vacunas, plantas medicinales, medicina tradicional y medicina complementaria con el objetivo de identificar información nueva o nuevas reacciones.
Este año, personal especializado de la COEPRIS ha logrado la instalación de ocho Unidades de Farmacovigilancia, impartieron capacitación y hospitales y clínicas públicas y privadas de la capital y de Soledad de Graciano Sánchez y destinaron los espacios para instalar las unidades.