Sofía Balbontin es cofundadora de Lani, una empresa que busca cambiar la experiencia menstrual de las mujeres y junto con Ana Paola Urtaza, emprendió para crear una alternativa a las toallas sanitarias y tampones más cómoda, higiénica, ecológica y económica.
Buscan tener un impacto social, impulsando el empoderamiento femenino y derribando estereotipos sobre la menstruación con pláticas informativas en comunidades y a través de sus redes sociales.
“Lani es una palabra en hawaiano que significa paraíso; es lo que nosotras queremos que represente el cambio a usar una copa menstrual”, afirma la egresada de la carrera de Ingeniería en Negocios y Tecnologías de la Información del Tec campus SLP.
A 6 años de la creación de este producto se vende por medio de 200 distribuidoras en todo el país, a través de su sitio web y en Walmart en línea.
En lugar de absorber el flujo como los método tradicionales (toallas sanitarias y tampones), su dispositivo lo recolecta evitando resequedad y cuidando la microbiota interior.
El dispositivo está hecho de silicona de grado médico, fabricada en California bajo los altos estándares de calidad de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Al principio contaban con una copa unitalla. Tras analizar el mercado, emprendieron nuevamente con una talla mini y un año más tarde, una talla plus; dejando una tercera opción, la clásica.
“Sí, sacamos una copa, pero estamos escuchando, observando, leyendo a ver qué se necesita y viendo todo el mercado, vemos algo cool y lo incorporamos”.
Además de la copa menstrual ofrecen un vaporizador (para esterilizar la copa sin necesidad de gas o estufa), la taza porcelanizada y un jabón neutro con aroma lavanda.
También tienen otros dos productos en desarrollo para la gestación menstrual reutilizable y sustentable que complementan a la copa. Sin embargo, la crisis de materias primas y el COVID, han retrasado su lanzamiento.