En áreas del Ayuntamiento capitalino se inició un diagnóstico para el uso de espacios de personas con alguna discapacidad, con movilidad reducida y personas de la tercera edad.
Se trata de una revisión de las áreas físicas, pero también desde el punto de vista funcional, para garantizar la accesibilidad universal en las instalaciones municipales.
Este diagnóstico implica determinar si el personal es sensible para recibir a las personas con alguna discapacidad, con espacios adaptados y también con una atención adecuada, para garantizar el derecho humano y constitucional de la igualdad, como parte del proceso de inclusión.
Se hicieron adecuaciones en oficinas, como por ejemplo, ya hay sanitarios para personas de talla baja y los relojes checadores están a la altura de cualquier persona. Estos mismos cambios se harán en otras áreas.
Especialistas en temas como discapacidad visual, auditiva, motriz, intelectual, talla baja, y de áreas como Oficialía Mayor y de la Coordinación Municipal de Derechos Humanos, recorrieron las áreas de la Unidad Administrativa Municipal para detectar las modificaciones que se necesitan respecto a la accesibilidad y movilidad.