Deseo que tengan la paz de Dios en su corazón y que puedan ver oportunidades que todos como personas necesitamos en el camino de nuestra existencia y de nuestro civismo, de nuestro ser social. Quiero invitar a toda la población a universo en oración ya que hemos estado llevando a cabo en este fin de semana en toda la Iglesia mexicana, una “Agenda Nacional por la Paz” que se concretó en el pasado mes de Septiembre, cuando se llevó a cabo el “Diálogo Nacional por la Justicia y la Paz”, en Puebla, donde participamos Obispos de toda la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Superiores de Órdenes Religiosas, Sacerdotes Diocesanos y Religiosos y de manera especial Sacerdotes Jesuitas.
De dicho Diálogo Nacional por la Justicia y la Paz, surgió la “Agenda Nacional por la Paz”, que es precisamente para promover la paz en todos los ámbitos, aspectos y niveles, llegando al acuerdo de que más que ir juzgando situaciones, se invita a ser “artesanos de paz”, --como ya lo he dicho en repetidas ocasiones--, podemos tener las mejores estrategias de seguridad, pero aquí lo importante es que cada uno de nosotros, desde nuestro ser personal o individual, desde nuestro ser social y desde el seno de nuestra familia, nos esforcemos por ser cada día artífices de la paz. Vemos que de ahí se desprenden muchos factores, como el perdón, la justicia, el amor y apoyo al prójimo, la buena voluntad, la caridad fraterna, la bondad, el firme compromiso con nuestro País de ser mejores ciudadanos cada día, entre otros. Todos estos valores son los que nunca deben perderse en el ser humano.
Así lo señaló el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, quien indicó que se está llevando a cabo esta Jornada por la Justicia y la Paz en todas las parroquias y comunidades de la Arquidiócesis Potosina y de México. Y precisamente este 18 de Octubre, --dijo-- a petición del Santo Padre, el Papa Francisco, se invita a que todo el mundo ore, de manera especial por la paz entre Israel y Palestina, pues vemos en los medios de comunicación y las redes sociales que se quieren unir otros países, por lo que se puede generar un desastre, no sólo para quienes directamente padecen y viven el conflicto, sino también vemos escenas y situaciones de la guerra actual, que afectan no sólo a ellos, sino a toda la humanidad, porque a todos nos duele y conmueve profundamente, el saber que personas civiles tengan que salir de sus hogares y vean sus casa destruidas, su patrimonio perdido completamente, muchos ven perdidas sus fuentes de trabajo, su salud menguada por la guerra, entre muchos problemas más que se generan y nos duelen.
“Por ello, -insisto--, los invito a orar por la paz, unido a ello que podamos ser artesanos de paz, desde donde trabajamos y nos desarrollemos como personas y ciudadanos. Por enésima vez se los pido de favor, ya lo he dicho en repetidas ocasiones y ahora se los vuelvo a reiterar, valoremos la vida, la paz, el amor, y todos esos valores que definen, enaltecen y enriquecen al ser humano, y nos hacen ser mejores cada día, porque todos, absolutamente todos debemos estar seriamente comprometidos en trabajar por la paz, ya que todos somos pasajeros del mismo barco, todos habitamos la tierra y a todos nos afecta una guerra”.
“Pidamos al Dios del amor, del perdón y de la Vida misma que nos conceda la Paz tan anhelada”. Concluyó el jerarca católico evidentemente consternado por el dolor desgarrador que ocasiona una guerra y que a todos nos duele y afecta.