Aunque el alza en las multas por conducir en estado de ebriedad puede ayudar a inhibir accidentes, también se debe vigilar que esto no derive en actos de extorsión por parte de los policías de tránsito, señaló Raúl Torres Mendoza, consejero nacional de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC).
Luego de que el Ayuntamiento capitalino anunció que a partir de enero se incrementarán distintas multas de tránsito -entre ellas por conducir en estado de ebriedad o con aliento alcohólico-, Torres Mendoza apoyó dicha medida, pues mencionó que con ello se pueden inhibir accidentes fatales.
Indicó que esto puede beneficiar al sector transportista, pues cuando circulan por la ciudad y hay un accidente, "lo primero que voltea a ver la autoridad, es que por las dimensiones, el transporte de carga tiene la culpa", y algunos de estos accidentes en realidad son provocados por automovilistas que conducen en estado de ebriedad.
Mencionó que "aplaudimos como sociedad el incremento (en las multas), pero es un arma de doble filo", ello debido a que el monto tan alto de las multas, también puede derivar en que los oficiales caigan en actos de extorsión en contra de la ciudadanía.
Indicó que debido al costo de las multas, y a que para éstas no aplican descuentos, los policías de tránsito "se pueden echar a la bolsa, 4 mil, 5 mil pesos" a cambio de no multar a los automovilistas, por lo que pidió al alcalde capitalino que no se relaje la vigilancia sobre los oficiales para evitar actos de extorsión.
Torres Mendoza también hizo un llamado a concientizar a la población sobre las consecuencias de conducir en estado de ebriedad, sobre todo a los jóvenes, pues destacó que "es más barato que contraten un taxi" o tengan un conductor designado, en lugar de provocar un accidente en el que no se puede reparar la pérdida de vidas humanas.