Información de la Unidad de Investigación en Obesidad de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, reporta que la Secretaría de Salud, estima que más o menos 4 mil mujeres y 20 mil bebés mueren al año a causa de la preeclampsia.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, de 2 a 8 por ciento de las embarazadas puede registrar esta complicación médica del embarazo, y México tiene una prevalencia de 5 a 10 por ciento.
Se trata de una complicación del embarazo que se caracteriza por la presión arterial alta que se presenta comúnmente en la segunda mitad del embarazo (semana 20).
Martha Cecilia García García, Coordinadora Estatal de Salud Materna y Perinatal de los Servicios Estatales de Salud, SES, informó que durante el 2022 en los Servicios de Salud de San Luis Potosí, informó que en 2022, fueron atendidos 570 casos por esta circunstancia.
Los síntomas van desde la hipertensión arterial, retención de líquidos y proteínas en la orina, dolores de cabeza, visión borrosa, incapacidad para tolerar la luz brillante, fatiga, náuseas/vómitos, orinar en pequeñas cantidades, dolor en lado derecho de la parte superior del abdomen, falta de aliento, y tendencia a moretones fácilmente.
Los principales factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar Preeclampsia son, el ser mamá primeriza, haber tenido una experiencia previa con hipertensión gestacional o la preeclampsia; mujeres cuyas hermanas y madres tenían preeclampsia; mujeres con embarazo de múltiples; mujeres menores de 20 años y mayores de 40 años; mujeres que tenían alta presión arterial o enfermedad renal antes del embarazo y mujeres que son obesas o que tienen un IMC de 30 o mayor.
Por lo anterior, reiteró que los cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo ayudan a muchas mujeres a tener embarazos saludables y partos sin complicaciones, al igual consideró trascendental acudir inmediatamente con el médico de manera inmediata, pero también facilitó algunos tips para atender esta situación como son evitar o usar poca sal en sus comidas, beber de 6 a 8 vasos de agua al día, no comer muchos alimentos fritos o comida chatarra, descansar, hacer ejercicio habitualmente y elevar sus pies varias veces durante el día, así como evitar el consumo de alcohol y bebidas que contengan cafeína.
