Alberto, toda una vida trabajando en las calles; "El Hombre de Plata"

“Desde niño, tuve que ingeniármelas para sobrevivir y de paso ayudar a mi madre y a cinco hijos”

Alejandra Ruiz | El Sol de San Luis

  · domingo 8 de agosto de 2021

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

En punto de las seis de la mañana Alberto (de 43 años de edad) prepara una poción mágica, que lo convertirá en “El hombre de plata”, -aceite corporal para bebé y pigmento es su fórmula secreta-. Un atuendo que utiliza desde hace más de 30 años y que lo ha acompañado desde niño en las peripecias de la precariedad, de la cual lucha para salir adelante.

En plena Carretera 57, en su cruce con avenida Gálvez, este artista de la calle resplandece, y con toda la habilidad que posee su coordinado cuerpo, lanza unas varas de fuego al aire, para ver si así puede atrapar la atención de uno que otro automovilista y ¿por qué no?, unos cuantos pesos a su bolsa.

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

"Toda mi vida he trabajado en la calle. Me voy a los cruces para hacer malabares y sacar un poco de dinero para subsistir y así mantener a mi familia". "Desde niño tuve que ingeniármelas para sobrevivir, mi madre estaba sola y éramos cinco hijos, tenía que ayudarla".

"Entonces me las ingenié para crear un espectáculo con fuego y así llamar la atención de los conductores, les gustó y desde hace años esta ha sido una de las tantas maneras en las que me gano la vida", refirió Alberto.

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

Y en medio de camiones, trailers y algunos coches pequeños, es donde Alberto muestra su show, a un público que tal vez esté ansioso de llegar a su destino, pero que al final se da un poco de tiempo para admirar su trabajo.

"Es difícil, estoy prácticamente nueve horas aquí trabajando, en el sol y a la intemperie. No es fácil llegarle a la gente, algunos me ignoran otros ya hasta me conocen porque es su ruta diaria".

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

"Al día puedo juntar lo suficiente para comer, a veces casi nada. Depende del día y de las personas, pero igual también le trabajo a la construcción como albañil y eso me ayuda un poco con los ingresos".

Las herramientas de trabajo de Alberto son sus manos y unos tubos con algo de cuero, gasolina, un encendedor, además de su habilidad para los malabares.

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

Él enciende las varas para llevar un espectáculo callejero a automovilistas, y con mucho cuidado las manipula, "nunca me he accidentado, el tiempo lo tengo bien medido y afortunadamente a mucha gente le gusta lo que hago".

Juanita Olivo | El Sol de San Luis

Para Alberto lo mejor de su trabajo es conocer a gente buena y noble, que se quita unas cuantas monedas de su bolsillo para dárselas, también la sonrisa de quien tal vez no tenga para darle , pero que en su rostro se enmarca la gratitud de ver un espectáculo sorprendente.

"Hay de todo, pero es más la gente buena y con eso me quedo. Ser malabarista y trabajar en las calles es complicado, pero desde niño aprendí a sortear los cambios duros de la vida. Ya la gente mal intencionada no me puede y me enfoco en las personas que generosamente me ayudan y me brindan la mejor de sus sonrisas", finalizó.

El Dato...

  • -Alberto tarda de 10 a 15 minutos en un Untarse la mezcla para que su piel se mimetice al color del metal

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