El bullying o acoso escolar es una práctica difícil de erradicar al interior de los planteles educativos, tanto públicos como privados, mientras no exista una política de corresponsabilidad en donde se involucre a las instituciones y, a los padres de familia, dijo la presidenta de la Comisión de Educación del Congreso del Estado diputada Claudia Tristán Alvarado.
“Daña la integridad de los alumnos, por ello, es necesario hacer la recomendación a las autoridades a través de la Secretaria de Educación para que pidan a los supervisores y maestros una correcta vigilancia para evitar cualquier caso de violencia al interior de los planteles educativos, sobre todo en contra de los alumnos que tienen discapacidad o algún trastorno psicológico.
Si en los planteles educativos hay detección de tal acoso, debe actuarse a la brevedad para crear esquemas de intervención, cuyo enfoque sea con perspectiva de derechos humanos, de igualdad, paz y de interés superior de la niñez.
Hasta el momento los reportes más comunes de los profesores consisten en detección de casos de depresión, desadaptación y poca participación del alumnado en las jornadas escolares, derivado de la pandemia por el Covid-19 que los mantuvo en casa durante varios meses y apenas se están adaptando nuevamente a las clases presenciales.
"Hoy después de la pandemia hay que actualizar muchos datos, hay que hacer estudios serios sobre deserción, reprobación, acoso escolar, violencia. Hoy que se va a cambiar el modelo, es bueno hacerlos", concluyó.
Puntualizó que “se debe hacer mucho hincapié en los valores y el respeto, porque debemos privilegiar como personas el respeto para que nuestros hijos lo vivan desde la infancia; es indispensable”.