La diabetes tipo 2 constituye la segunda causa de muerte en hombres y mujeres en México, es también la principal causa de ceguera en adultos en edad productiva, y una de las principales causas de amputaciones en el país; de manera preocupante, aparece cada vez en edades más tempranas.
En el marco del Día Mundial de la Salud, el doctor Claudio Fiorentini, director médico de obesidad y diabetes en Eli Lilly and Company México, hizo un llamado a acudir con los profesionales de la salud para prevenir y atender de manera oportuna uno de los principales problemas de salud en México: la diabetes tipo 2.
Señaló que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición publicada el año pasado, la prevalencia de diabetes en los adultos en el país es de alrededor de 14.6 millones de personas, es decir un 18.3%, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la ubica como la segunda causa de muerte en hombres y mujeres, superada solamente por la enfermedad cardiovascular, sin embargo indicó que ambos padecimientos van de la mano, ya que muchos pacientes con diabetes suelen fallecer por problemas cardiovasculares.
FACTORES DE RIESGO
El especialista señaló que existen factores hereditarios y del medio ambiente que pueden llevar a que una persona sea propensa a presentar diabetes tipo 2. En el caso del factor hereditario, se debe tomar en cuenta si el padre, la madre, incluso tíos o abuelos, tienen este padecimiento.
Mientras que los factores de riesgo del medio ambiente, se refieren al estilo de vida, es decir cuántas horas dormimos; cómo nos alimentamos, durante los últimos 50 años los alimentos están cada vez más ultraprocesados; el sedentarismo, ya que por cuestiones de tiempo, e incluso por la inseguridad, es más difícil que las personas realicen actividad física; el estrés también es uno de los factores de riesgo.
Incluye además factores individuales como el tabaquismo, consumo elevado de alcohol, y exceso de peso; en ese sentido, indicó que en general se recomienda comenzar a realizarse chequeos médicos de los 40 años de edad en adelante, “sin embargo si hay riesgo hereditario y factores de riesgo individuales, sin importar la edad tendríamos que acudir a valoración médica para estar monitoreando”.
Y es que destacó que si bien la diabetes tipo 2 solía detectarse con mayor frecuencia en personas mayores de 40 años de edad, cada vez son más los jóvenes que comienzan con este padecimiento, se han detectado casos en personas de 20 años, “tenemos una epidemia de sobrepeso y obesidad en el país, y esto a final de cuentas lleva a ver adolescentes que debutan con diabetes por el riesgo hereditario y mala alimentación”.
SIGNOS DE ALERTA
Si bien se debe acudir al médico para confirmar o descartar que se padece diabetes, existe una “triada de la diabetes” que puede llamar a estar alerta y consultar a un especialista, y consiste en los siguientes signos: polifagia, la persona tiene mucha hambre todo el día, ya que su cuerpo no aprovecha el azúcar que consume porque no se absorbe de la manera adecuada; polidipsia, quiere decir que consumen grandes cantidades de agua, las personas tienen sed gran parte del día por la acumulación de azúcar en la sangre; y el tercero es la poliuria, quiere decir que orinan muchas veces a lo largo del día debido a que la concentración de glucosa es mucha, y come y consume más agua.
COMPLICACIONES
La diabetes está relacionada a una serie de complicaciones que van a afectar la calidad de vida de los pacientes y eventualmente pueden llevarlos a la muerte. Dichas complicaciones se presentan a nivel macrovascular y microvascular.
Las complicaciones macrovasculares afectan a los vasos sanguíneos de gran calibre, como son las arterias del corazón, piernas y cerebro, por lo que aumenta el riesgo de infarto al corazón, infarto cerebral y enfermedad arterial periférica; esta última se refiere a que obstruyen las arterias de las piernas y puede aparecer el llamado “pie diabético”, que es una de las principales causas de amputaciones y discapacidad en el país.
Las complicaciones microvasculares se dan en los vasos de calibre más pequeño, y causan por ejemplo retinopatía diabética, es decir la persona desarrolla cambios en la visión hasta llegar a la ceguera, “es la primera causa de ceguera en el adulto productivo”; otro órgano que se impacta es el riñón, “entre tres y cuatro de cada 10 pacientes desarrollan un grado de enfermedad renal que se puede volver crónico y requerir diálisis”; otra de las repercusiones es la neuropatía diabética, las personas dejan de tener sensibilidad en pies y piernas, no perciben el dolor de una llaga, una cortadura, una uña enterrada, de modo que el paciente no le pone atención, las heridas no cicatrizan, y desarrolla infecciones que llevan al pie diabético.
NO TODO ESTÁ PERDIDO
El médico destacó que aún hay mucho por hacer en torno a la diabetes tipo 2, pues por ejemplo, solamente tres de cada 10 pacientes tienen control glucémico y los otros 7 no, sin embargo también señaló que desde hace 20 años, y sobre todo en la última década, se ha innovado mucho en torno a este padecimiento, “hemos pasado de sólo tratar el síntoma principal que es la hiperglucemia, a tener tratamientos que llevan a modificar la enfermedad, disminuir los riesgos cardiovasculares, renales, y mejorar la calidad de vida, a ayudar con el exceso de peso”.
Agregó que el desarrollo de moléculas para el tratamiento de la diabetes tipo 2 ha sido bastante importante, sin embargo destacó que las terapias farmacológicas no lo son todo, pues “la piedra angular” para el tratamiento de las enfermedades metabólicas es el cambio en el estilo de vida: “mejorar la forma en que nos alimentamos muchas veces tenemos la idea que tenemos que parar completamente de consumir azúcar, y ciertos alimentos, y lo que necesitamos es tener una dieta más equilibrada en nutrientes; movernos más para ayudar al metabolismo a procesar todos los alimentos; una adecuada higiene del sueño (lo recomendable para un adulto son de 7 a 9 horas de sueño). Debe ser un tratamiento holístico, multidisciplinario, que disminuya los riesgos de complicaciones”.
Finalmente, señaló que si bien las redes sociales han revolucionado la forma en que la población se informa, es importante recurrir a fuentes confiables, institucionales, y sobre todo, acudir siempre con un profesional de la salud.