4 mil 620 corredores tomaron parte en la edición 37 del Maratón Internacional Tangamanga 2023 y carreras simultáneas de 10 y 21 kilómetros, con salida y meta en el Parque Tangamanga Uno, frente al Planetario.
Una gran fiesta atlética fue la que se vivió desde las 6 de la mañana y hasta las 14:00 horas que llegó la barredora con el último corredor de la prueba de maratón, al interior del Parque Tangamanga Uno.
Atletas provenientes de buen número de entidades del país y de Kenia se dieron cita desde temprana hora para calentar los músculos, las piernas, poner la mente con el "chip" de no cansancio, dolor o agotamiento.
Antes de las 7:00 de la mañana partieron los cuatro corredores sobre silla de ruedas y uno con discapacidad física, para diez minutos después los Honores al Lábaro Patrio, y enseguida arrancar los atletas convencionales, los más de 4600 que se dieron cita, la mayoría con su playera oficial conmemorativa de la diversidad en una gran serpiente humana.
Apenas a la media hora arribaron los de 10 kilómetros, y una hora después los de 21K, algunos agotados o tros enteros. Pablo Torres, de Monterrey nos dijo a su llegada: "Woow, el clima es seco y afecta, me aventé el medio maratón y si la sufrí, pero la mente fue más grande que mi cansancio, no podía dejarme vencer", comenta mientras los paramédicos lo trasladan a la zona de masajes en silla de ruedas.
No faltaron las pancartas motivando al familiar, amigo, pareja o al compañero de equipo, los hijos recibiendo a papá o a mamá, que agotados, se abrazaban de su ser querido y como magia desaparecían por unos instantes los sufrimientos, las caras de angustia ante el esfuerzo realizado.
Y quienes dieron "la nota" fue Aldo Saldaña Franco, al pedirle matrimonio a su pareja Dulce Mendoza López, con una lona que rezaba "¿te quieres casa conmigo?", que fue coronado con la llegada de un mariachi. Ella se dejó consentir y le dio el "sí", así que habrá boda.
Pasadas las dos horas del inicio, empezaron a arribar los maratonistas, la keniata Dorcas Kangogo, ganadora absoluta, con un español fluido nos comentó muy feliz, "era mi revancha, el año pasado me descalificaron y vine ahora si a ganar y lo logré. Mi hermano también ganó el medio maratón y la verdad que es doble acontecimiento. Logré despegarme de una mexicana al kilómetros 25 y de ahí ya no me pararon. Me llegó el cansancio en el 40K, pero no me deje vencer, hoy no podía perder".
Agotados, exhaustos, ayudados por paramédicos, ya cuando el calor hacía de las suyas, arribaban atletas jóvenes y adultos, hombres y mujeres que se desafiaron, algunos lo lograron, otros no, como Don Pedro Torres, de 47 años, quien triste comentó: "Me vencí al kilómetro 30, ya era mucho dolor, calambres y una ampolla que sentía en mi pie, ni modo abandoné, será para otra ocasión".
Así cada cual con su historia, con su metas propias, corriendo con el corazón y con la mente fija en el objetivo: la meta, cuando ya el cuerpo no responde, pero la mayoría sin vencerse y explotando de júbilo cuando se cruza la meta, ya no importando el tiempo, se logró completar los 42 kilómetros 195 metros, y eso es lo que cuenta.