La mañana de este sábado, el futbol potosino despertó con una de las más amargas noticias, desde Los Ángeles, California, llegó el avisó que nunca uno desea escuchar, Daniel Barbosa, daba a conocer la muerte de su señor padre: Ciro Barbosa.
El pasado 23 de diciembre, parecía un día tranquilo normal en la redacción de El Sol de San Luis, de repente, entre el ruido del teclado entró una llamada inesperada; era él, el gran Ciro Barbosa, “La Pantera Rosa”.
Con voz entre cortada, lleno de nostalgia, añorando esos días donde la afición potosina se le entregaba con cariño y respeto, comenzó a platicar y recordad los momentos vividos en San Luis, pero no era una charla cualquiera, parecía que entre sus palabras se estaba despidiendo de su gente, desafortunadamente ahora sabemos que fue así.
“Aparte del futbol y todo, me llevo el respeto y cariño de la gente, de los niños, de los jóvenes, los adultos y los mayores; los grandes aplausos de esa gente, no se puede pagar con nada, eso lo llevo en mi corazón” comentó sollozando el ex portero de Santos y Cachorros.
Lamentablemente el no poder recuperarse de un infarto le impidió no pudo cumplir uno de sus últimos sueños, que era volver a tierras potosinas, “pronto, si Dios quiere, regreso a San Luis Potosí, es mi tierra, con toda esa gente maravillosa, yo voy a regresar, ahí nos vamos a encontrar y va a volver mi alegría.”
“Recuerdo cuando jugaba futbol, cuando la gente se acercaba conmigo, eso me llenó de satisfacción, de alergias, la gente fue maravillosa conmigo, por eso se los agradezco infinitamente, a ver si me dan la oportunidad de pueda volver a pisa el campo de futbol que fue mi vida y agradecerle a toda es gante todo lo que dio por mí.”
Para Barbosa la cancha del Estadio Plan de San Luis fue algo más que un terreno de juego, el cual era mágico tras escuchar el grito de “¡Sube Ciro Sube!” “el famoso Plan de San Luis; yo jugué en tantos lugares, como el Maracaná, que es una cosa de locos, contra Uruguay, Paraguay, Colombia y en Chile, cuando pisé el Plan de San Luis, que por aquí había zacate y por acá también, en las porterías pura tierra había, era un desastre; pero como nos la rompíamos ahí; entre tanto polvadero mucha gente pensaba que era gol, pero no, yo tenía el balón en mis manos.”
En la plática aprovecho la oportunidad para agradecer a todos sus compañeros de equipo, a los que etiquetaba como familia “Todos mis compañeros éramos como una familia en esos años, los directivos, Enrique Palao, (Ricardo) Torres Arpí lo quiero mucho.”
Recordó con alegría ese primer contacto con los directivos de Santos de San Luis “cuando fueron por mi teníamos ciertos problemas con el club que no nos pagaba, y un día va un directivo a un negocio que tenía, me dice “Ciro, prepárate que hay un directivo de México que te quiere comprar”, dije “oh si, y en donde están”, “en un hotel el del centro de Buenos Aires al rato vengo por ti” cuando el tipo se fue salí hacia allá y llegué antes que él.”
“Estaban los directivos, estaba Francisco Leos, y me dice “acá te ofrecemos esto y…” le pregunte “donde está el papel”, “acá esta” me dice, lo tomo y le firmé el contrato el blanco, le dije “vámonos, ya me quiero ir” platicó “La Pantera Rosa”, esto sin saber que su destino se convertiría en su hogar.
Ciro Luis Rodolfo Barbosa, nació Provincia de Buenos Aires, Argentina, un 09 de julio de 1941, jugó como profesional para Los Andes de Lomas de Zamora profesional de su país, para después militar en Santos de San Luis y Cachorros del Atlético Potosino, este 25 de enero de 2020 a las 6:16 horas, dejo de existir, para convertirse en leyenda.
“Quiero saludar a toda la gente, a toda la afición, agradecer todo lo que me entregó y todo lo que me dieron” Ciro Barbosa.