/ domingo 11 de febrero de 2024

Opinión | Encuentro

Muy estimados lectores en este domingo he querido escribir acerca de un aspecto muy importante para todo ser humano: la necesidad de un encuentro profundo, ahora que estamos por iniciar el tiempo de la Cuaresma, que significa 40 días previos a la Resurrección de Cristo, previo a lo que conocemos como Semana Santa, y que nos llevan a tomar en cuenta diversos aspectos: las abstinencias, los ayunos, pero sobre todo las obras de caridad, el encuentro con Dios, así todo esto nos lanza a un sentido más profundo de nuestra vida, de nuestra fe, de nuestro ser social, y que va más allá de un mero cumplimiento de algunas normativas, es llegar a encontrarnos con Dios, a purificar nuestros ser, a esforzarnos por ser mejores ante Él y ante nosotros mismos, y ante nuestra gran sociedad que requiere siempre mejores personas y mejores ciudadanos.

Es un tiempo que por lo tanto nos fortalece en el encuentro con nosotros mismos, con Dios y con los demás, y así tener una plenitud desde nuestro espíritu que se fortalece.

El famoso escritor Julio Verne que leímos desde muy pequeños, nos enseñó en ese viaje al centro de la Tierra, una frase muy interesante: escribió que el viaje más maravilloso no es al centro de la tierra, no es a los confines del universo, sino al fondo de uno mismo, expresando la necesidad de fortalecer nuestro espíritu; tal vez vayamos cayendo en situaciones de “aparecer ante los demás”, y qué bueno que cuidemos nuestra apariencia, sin embargo lo más profundo de nuestro ser, nuestro espíritu, con todas sus capacidades, necesita ser también conocido, fortalecido y llevado a plenitud en toda su riqueza, Dios por eso nos ha dejado grandes carismas para poder realizar nuestra vida y para poder servir a los demás.

El Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma 2024 nos invita a buscar nuestra verdadera libertad, y expresa aquella experiencia del pueblo de Israel, esclavizado por el faraón en Egipto, pero supieron precisamente encontrarse con ellos mismos, supieron incluso andar en el desierto para lograr verdadera libertad. ¡Cuántos falsos dioses!, ¡cuántas situaciones de apariencia debieron superar para conquistar la libertad!. Qué gran camino es tener verdadera libertad; así podemos considerar esta Cuaresma como una oportunidad para crecer y fortalecer nuestra vida interior.

Que este tiempo llamado Cuaresma, desde la fe, así igual con las normas y los ritos, nos ayude a descubrir nuestro interior, nos ayude a sacar la grandeza de nuestro ser, nos ayuda incluso a hacer algo bueno por los demás, que nadie que sufra sea por nosotros, que nadie llore de dolor por nosotros, que nadie pierda sueños, incluso que nadie pierda la vida por nosotros, en el sentido de maltrato. Es tiempo de renovar nuestra vida, de descubrirnos como personas dignas, --por esa imagen de Dios-- y de proponernos en nuestros sueños y en nuestros proyectos de este año civil, como lo hicimos al inicio del mismo, el mirar adelante, el lograr cosas nuevas.

Les aseguro mis oraciones y mi fraternidad para que sea un tiempo Cuaresmal muy provechoso.

Muy estimados lectores en este domingo he querido escribir acerca de un aspecto muy importante para todo ser humano: la necesidad de un encuentro profundo, ahora que estamos por iniciar el tiempo de la Cuaresma, que significa 40 días previos a la Resurrección de Cristo, previo a lo que conocemos como Semana Santa, y que nos llevan a tomar en cuenta diversos aspectos: las abstinencias, los ayunos, pero sobre todo las obras de caridad, el encuentro con Dios, así todo esto nos lanza a un sentido más profundo de nuestra vida, de nuestra fe, de nuestro ser social, y que va más allá de un mero cumplimiento de algunas normativas, es llegar a encontrarnos con Dios, a purificar nuestros ser, a esforzarnos por ser mejores ante Él y ante nosotros mismos, y ante nuestra gran sociedad que requiere siempre mejores personas y mejores ciudadanos.

Es un tiempo que por lo tanto nos fortalece en el encuentro con nosotros mismos, con Dios y con los demás, y así tener una plenitud desde nuestro espíritu que se fortalece.

El famoso escritor Julio Verne que leímos desde muy pequeños, nos enseñó en ese viaje al centro de la Tierra, una frase muy interesante: escribió que el viaje más maravilloso no es al centro de la tierra, no es a los confines del universo, sino al fondo de uno mismo, expresando la necesidad de fortalecer nuestro espíritu; tal vez vayamos cayendo en situaciones de “aparecer ante los demás”, y qué bueno que cuidemos nuestra apariencia, sin embargo lo más profundo de nuestro ser, nuestro espíritu, con todas sus capacidades, necesita ser también conocido, fortalecido y llevado a plenitud en toda su riqueza, Dios por eso nos ha dejado grandes carismas para poder realizar nuestra vida y para poder servir a los demás.

El Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma 2024 nos invita a buscar nuestra verdadera libertad, y expresa aquella experiencia del pueblo de Israel, esclavizado por el faraón en Egipto, pero supieron precisamente encontrarse con ellos mismos, supieron incluso andar en el desierto para lograr verdadera libertad. ¡Cuántos falsos dioses!, ¡cuántas situaciones de apariencia debieron superar para conquistar la libertad!. Qué gran camino es tener verdadera libertad; así podemos considerar esta Cuaresma como una oportunidad para crecer y fortalecer nuestra vida interior.

Que este tiempo llamado Cuaresma, desde la fe, así igual con las normas y los ritos, nos ayude a descubrir nuestro interior, nos ayude a sacar la grandeza de nuestro ser, nos ayuda incluso a hacer algo bueno por los demás, que nadie que sufra sea por nosotros, que nadie llore de dolor por nosotros, que nadie pierda sueños, incluso que nadie pierda la vida por nosotros, en el sentido de maltrato. Es tiempo de renovar nuestra vida, de descubrirnos como personas dignas, --por esa imagen de Dios-- y de proponernos en nuestros sueños y en nuestros proyectos de este año civil, como lo hicimos al inicio del mismo, el mirar adelante, el lograr cosas nuevas.

Les aseguro mis oraciones y mi fraternidad para que sea un tiempo Cuaresmal muy provechoso.

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