La Arquidiócesis Primada de México calificó de desastre humanitario la situación por la que pasa Chiapas, donde según reportes de la Comisión Nacional al de los Derechos Humanos (CNDH) cinco mil indígenas han sido desplazados por problemas de seguridad, mientras que las autoridades están más interesadas en las elecciones del año entrante que en atender la problemática.
En el editorial del semanario Desde la Fe, se da cuenta de que a una semana de que se cumplan 20 años de la matanza de Acteal, la inseguridad por los conflictos comunales siguen igual o peor. “Los desplazados no cuentan con alimentos ni atención médica; no hay alimentos necesarios para la subsistencia más elemental. Estas inclemencias ya cobraron la vida de cuatro niños que no deberían haber muerto de hambre y frío”, dice el editorial.
La Arquidiócesis cuestiona el papel de las autoridades, que pese a tener elementos de seguridad en las zonas más conflictivas, son incapaces de dar las garantías mínimas de paz de miles de chiapanecos, especialmente indígenas. Y esto más porque varios de los funcionarios parecen estar más interesados en las próximas elecciones a gobernador y presidente que en atender esta problemática.
La Arquidiócesis de Tuxtla externó su preocupación por la Diócesis de San Cristóbal ante los sucesos que suceden en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó; “como Iglesia nos preocupa lo que viven las familias desplazadas y la cuestionable resolución del Tribunal Agrario que cede las tierras a este último municipio, ello da paso a la vulnerabilidad de los desplazados”, aseveró.
En San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, administrador apostólico de la Diócesis, aseguró que pobladores le han dicho que “no recurrirán a las armas ni a otras medidas de lucha o de venganza, sino que acudirán a las instancias superiores al Tribunal Unitario Agrario, como es el Tribunal Colegiado y, si es necesario, a la Suprema Corte de Justicia”.
Funcionarios asistieron a las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas para informar al coordinador residente en México, Antonio Molpeceres, sobre el desarrollo de los acontecimientos en la región de los altos y solicitar apoyo para hacer más efectiva la presencia institucional, sobre todo de ayuda humanitaria, en Chalchihuitán y Chenalhó, por lo que el funcionario de la ONU se comprometió a enviar a funcionarios de la oficina del Alto Comisionado para los refugiados, para tener un reporte de la situación que prevalece en la región.
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