Existen en circulación unidades del transporte público urbano que rebasaron su vida útil conforme a la Ley de transporte en el Estado, por lo que deben ser renovadas a la brevedad.
Para la titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Araceli Martínez Acosta, el compromiso adquirido por los permisionarios para comprar autobuses nuevos, incluso con esquemas de apoyo, no ha sido cumplido.
Una investigación realizada y dada a conocer por una organización civil reveló que en este año “al menos 379 unidades del transporte colectivo concesionado llegaron a la antigüedad máxima permitida -que es de 10 años-, mientras que otras 64 llegarán a ese límite durante 2024”.
Aclaró que la dependencia a su cargo está consciente de las dificultades que impactan al sector del transporte con la escalada inflacionaria afecta negativamente los precios de refacciones, insumos y combustibles.
Además de lo anterior, añadió la funcionaria estatal, los permisionarios se encuentran todavía en una etapa de recuperación, luego de ser uno de los sectores más afectados durante la pandemia de Covid-19 hace cuatro años.
Sin embargo, los concesionarios hicieron el compromiso para que, poco a poco y dentro de sus posibilidades financieras, pudieran retirar unidades con periodos vencidos y sustituirlas con modelos recientes para mantener un correcto funcionamiento del transporte público urbano.
Por todo la anterior, consideró que es apremiante iniciar con el proceso de renovación de unidades que integran el sistema colectivo público “ya que varias de estas rebasan el plazo de antigüedad que establece la legislación”.
Finalmente Martínez Acosta reiteró que a inicios del presente año, cuando a los concesionarios del transporte público urbano se les autorizó que accedieran a una nueva tarifa, se demandó que a manera de compromiso estudiaran esquemas que les permitieran la adquisición de unidades nuevas, para con ello garantizar un servicio eficiente y moderno a la ciudadanía.
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