Mercaderes ambulantes denunciaron persecución de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, al no permitirles la venta de dulces tradicionales como acostumbraban cada Miércoles de Ceniza, y terminaron por regalar su mercancía, en protesta.
Los mercaderes, que la mañana de este miércoles intentaban ingresar al primer cuadro de la ciudad, fueron atajados por inspectores municipales y luego intimidados por elementos policiacos.
“Estamos regalando (la mercancía) para que la gente se dé cuenta que hay tradiciones y costumbres que el Ayuntamiento de la capital pretende desaparecer”, dijeron, durante la protesta. “Los dulce son de venta, son de protesta”, se leía en algunas pancartas.
El incidente entre mercaderes e inspectores se registró en el cruce de las calles Alvaro Obregón y Allende.
Denunciaron que ya son pocas las familias que se dedican a la producción de dulces tradicionales, como los jamoncillos o las biznagas, y que en lugar de ser apoyadas por las autoridades se les impide su comercialización.
Asimismo, solicitaron el apoyo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al señalar que los inspectores les aseguran que no está permitida la instalación de ambulantes en el perímetro “A” del Centro Histórico, cuando solamente en el citado crucero hay vendedores de tacos, de dulces y otras mercancías, y a ellos no se les retira.