Han pasado 25 años desde que se extinguió Ferrocarriles Nacionales de México y es fecha en que no se resuelven las irregularidades que se cometieron en contra de los trabajadores, muchos de los cuales han fallecido sin ver justicia laboral, señaló Mario Alberto González Manzanillo, dirigente de la asociación En Defensa del Trabajador Ferrocarrilero A.C.
Cuando en 1997 el gobierno de Ernesto Cedillo vendió Ferrocarriles Nacionales de México a Kansas City, alrededor de 120 mil trabajadores se quedaron sin su fuente de empleo, en San Luis Potosí que era considerado un pueblo ferrocarrilero y tenía los talleres más grandes de la República, fueron alrededor de 10 mil personas que quedaron desempleadas, de las cuales sobreviven unas 4 mil.
Además hubo irregularidades en su proceso de liquidación, González Manzanillo, quien laboró como maquinista, señala que de acuerdo al contrato colectivo de trabajo, después de 10 años de relación laboral se debía otorgar una pensión al 100% de lo que percibían mensualmente, sin embargo, trabajadores que ganaban 10 mil o 15 mil pesos mensuales, fueron jubilados con mil 536 pesos.
Manifestó que dicha situación provocó suicidios entre los trabajadores, así como desintegración familiar, pues muchos de ellos ya no pudieron solventar los gastos para que sus hijos continuaran sus estudios, “teníamos hijos en la prepa, la secundaria, y los tuvimos que sacar”.
Señaló que durante estos 25 años, han pedido el apoyo de los presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero ninguno de ellos resolvió su problema, ahora con Andrés Manuel López Obrador, se les ha dicho que sí recibirán la liquidación que les corresponde, pero ello será cuando se vendan las propiedades que quedan de FNM, como terrenos y algunos edificios, “los van a subastar y con eso van a liquidar, pero no se llega el momento”.
González Manzanillo hizo un llamado a la unión entre los ferrocarrileros para así ejercer más presión sobre gobierno, pues considera que sólo serán “rescatados de la pobreza en que nos dejó Ernesto Cedillo”.