- Parte de su arquitectura cóncava permite que el sonido dentro de este templo pueda distribuir de manera correcta las ondas de sonido
- Durante los últimos 5 años este templo ha sido restaurado, trabajos en los cuales se ha reparado parte de la fachada, trabajos de resanado y pintura
En pleno Centro Histórico de la entidad, específicamente en la muy transitada calle Escobedo, se encuentra uno de los templos más antiguos de la Capital. Esta Iglesia tiene más de 400 años de historia y es conocida como el Templo de San Juan de Dios, nombre que se le otorgó en el año 1967.
Este recinto religioso está ubicado en la antigua plazuela de San Juan de Dios. Esta edificación ha sido hasta ahora uno de los mejores recintos construidos en la historia arquitectónica de San Luis Potosí, cuenta con las lámparas originales que se dispusieron a inicios de su construcción y hasta con algunos acabados en plata.
Según lo escrito por los cronistas de la ciudad, fue el virrey don Luis de Velasco, Marqués de Salinas, quien otorgó el permiso necesario para empezar a levantar una capilla en el año de 1611 a quien le dieron el nombre por San Juan Bautista, pero fue hasta el año de 1615 que los religiosos juaninos empezaron a construir el templo, quienes, además levantaron y sostuvieron el anexo hospital, gracias a la munificencia de don Juan de Zavala. El espacio contiguo era utilizado como un hospital-convento, mismo espacio que resguardó a dos de los caudillos de la revolución, a fray Luis Herrera y fray Juan Villanías.
Años más tarde por orden del Virrey Don Félix María Calleja, sería convertido en un hospital militar, para después ser ocupado por la Escuela Modelo y actualmente convertido en Museo Nacional de Escultura Federico Silva.
El Templo de San Juan de Dios llegó a ser una de las iglesias más opulentas y costosas de la entidad, su fachada de mampostería se destaca de las demás, en medio y a lo alto, un nicho que resguarda una imagen tallada en cantera de la Virgen del Rosario es la protagonista, cuentan algunos que la original fue sustituida hace muchos años para protegerla de cualquier tipo de daño.
Su entrada en arco de cantera como elemento constructivo y de sostén se destaca por su simpleza, pero sobre todo por su continua proporción de circunferencia en el tope, la cual fue reformada en el año de 1908. Su torre sencilla y tallada en cantera rosa, cuenta con campanario, se distingue por sus muros gruesos y arquitectura angulosa.
En su interior se destaca un mural de Fernando de Leal del año de 1945, entre otras piezas de arte religioso. También es notorio el hermoso trabajo en madera labrada que enmarca la entrada principal. Su atrio es elegante y sobrio, a un costado se encuentran dos pequeñas salas, y en sus paredes se exhiben esculturas de arte sacro talladas en madera. Cuenta con capilla y sacristía, y una muy estrecha sala de nichos y mausoleos.
Asimismo una sola nave, con capillas laterales, que en 1966 se remodeló y redecoró para poner un nuevo Vía Crucis, integrado por lápidas con leyendas alusivas a cada estación, se construyó un ábside y se colocó un altar nuevo con una mesa simple.
Este templo tiene en su interior la antigua capilla de Nuestra Señora de la Salud del Rosario, donde la primera piedra se colocó en 1742, para posteriormente edificar lo que hoy es la iglesia. Antes de ser nombrada Templo de San Juan de Dios en el año de 1911 su fachada fue recubierta con cantera.
En esta capilla anexa, en el altar de fondo Santo Domingo, al centro, a la izquierda Santa Catalina y a la derecha la Beata Imelda. En la sala lateral se encuentra un un lienzo en honor a la Santísima Trinidad.
Te puede interesar esta nota: Sin recursos para terminar el atrio del templo San Salvador de Orta
Las personas que visitan este templo aún recuerdan sus ceremonias de Primera Comunión y hasta la tradicional entrega de flores a la Virgen, “Una iglesia muy Bonita y de mucha historia. Pasó a ser parte de varias órdenes religiosas, su arquitectura fenomenal y con la remodelación que le han dado ha quedado muy bien”, refirió la señora Carmen, gran ferviente católica.
“La iglesia es amplia y bonita, por fuera está muy bien cuidada la pintura y los detalles. La ubicación es buena y accesible, además está al lado de un museo y frente a un jardín, eso invita más a los creyentes a venir a este tipo de espacios”, indicó Jorge quien es católico y asiduo a visitar este templo en sus tiempos libres.
Leer más de El Sol de San Luis